Actualmente, la participación de las madres en la economía y la sociedad es fundamental, y su contribución laboral viene siendo cada vez más reconocida en el campo empresarial. Según estudios locales, en Perú, cerca del 68% de las madres trabajan, desempeñándose en diversos sectores económicos, siendo incluso muchas veces, el principal sustento económico en sus hogares.
De acuerdo con Natalie Sablich, directora de Administración y Finanzas de ManpowerGroup Perú, frente a las demandas laborales y las responsabilidades familiares, las madres trabajadoras enfrentan diariamente desafíos como la lucha por la igualdad de oportunidades, la discriminación de género y la preocupación por el bienestar de sus hijos.
En este último punto, por ejemplo, el 41% de las mujeres trabajadoras no regresan a sus empleos después de convertirse en madres, y este indicador es mayor que el promedio de América Latina y el Caribe (37%) y es el noveno más alto en la región.
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Y en esta línea, ¿cuál sería el principal temor de las madres trabajadoras? Según la especialista, en esta búsqueda de un equilibrio de la vida profesional y personal, una de las decisiones más difíciles para una madre es elegir entre hacer una pausa laboral para dedicarse a la crianza de sus hijos o, en consecuencia, dejar a sus niños al cuidado de una persona.
“Esta decisión es muy difícil porque implica necesariamente un sacrificio: sacrificar el desarrollo profesional o sacrificar momentos junto a los hijos, el tiempo de verlos crecer, acompañarlos en su desarrollo, en etapas clave como su paso por el nido o los primeros grados de colegio. En este escenario será fundamental compartir responsabilidades con la pareja para gestionar adecuadamente la crianza”, añade.
¿Cómo equilibrar la vida personal y profesional?
A pesar de estos temores, las madres que deciden continuar en el mundo laboral demuestran una notable resiliencia y determinación para sobrellevar las adversidades y prosperar tanto en el ámbito laboral como en el familiar. Para la especialista, es importante trabajar en tres aspectos:
- Planificación, para gestionar de manera organizada las responsabilidades, tanto en el hogar como en el centro de labores. Con esto, nos aseguramos de estar en los momentos importantes en cada caso.
- Red de confianza, que nos permita solicitar ayudar cuando se necesite. Aprender a delegar y confiar.
- Buscar un espacio para uno, que sea útil para gestionar el estrés, la desconexión, la meditación o para actividades de entretenimiento o distracción. Esto inyecta energía para seguir adelante. Tenemos que estar bien, para que nuestro equipo de trabajo esté bien y, aún más importante, para que nuestra familia esté bien.
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Para Sablich es importante dejar atrás el sentimiento de culpa que suelen tener las madres cuando reparten su tiempo entre el trabajo y el hogar. “Recordemos que la crianza de los hijos sigue siendo nuestra responsabilidad, y ellos, al ir creciendo en esta realidad, verán de forma muy natural a su madre trabajadora y empoderada”, precisa.
Beneficio más valorado por las mamás trabajadoras
La semipresencialidad o el trabajo remoto es lo que más valoran las madres hoy en día. La jornada híbrida les ayuda a configurar el equilibrio entre sus tareas familiares y laborales.
“En este aspecto, la empatía de los jefes para comprender y otorgar razonablemente permisos recuperables para la atención de temas personales, es una de los beneficios que también las madres valoran sobremanera; además, las motiva en el logro de sus objetivos del negocio”, concluye la especialista de ManpowerGroup Perú.
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