La Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA) reveló que se incrementaron las zonas de cultivo de coca en el Perú. En su último informe la comisión detalló que en el 2020 tenían mapeado 14 valles de cultivos de coca, pero al 2021 identificaron al menos cuatro focos cocaleros adicionales. Registrando 18 zonas cocaleras en el país.
Estas franjas cocaleras se ubican en las regiones de Amazonas (provincias de Condorcanqui y Bagua), San Martín (provincias de Lamas y Alto Amazonas), Ucayali (provincias de Coronel Portillo y Atalaya) y Madre de Dios (provincias de Manu y Tambopata), exponiendo a sus poblaciones a ser vulnerables a la conjugación del tráfico ilícito de drogas.
En en el caso de Madre de Dios, parte de su población ya se venía sosteniendo en una economía ilícita proveniente la minería ilegal e informal del oro. Ahora, con la identificación de un nuevo foco cocalero, la población tendrá más opciones de generarse ingresos ilícitos. Además, de provocar una grave afectación al ecosistema, contaminación de ríos, deforestación, empobrecimiento de los suelos por el uso de agricultura intensiva, entre otros. Perjudicando a la región y a su población, refiere el documento.
Esto se desprende del Informe de evaluación de resultados 2021 y política nacional contra las drogas al 2030.
-Causa-
El incremento de las zonas cocaleras ilícitas se debe a varios factores. Desde el Estado, las acciones de erradicación quedaron parcialmente suspendidas durante gran parte del 2020 y 2021. Lo mismo ocurrió con las acciones de interdicción de drogas, que también se vieron afectadas por la crisis sanitaria del COVID.
En el 2020, durante la primera ola de contagios, más de 1,300 efectivos de la Dirección Antidrogas de la Policía Nacional del Perú, fueron reasignados a labores de apoyo de la crisis sanitaria. Otro grupo importante, se vio afectado por la pandemia. Hasta junio del 2020, las acciones de interdicción Política Nacional contra las Drogas se vieron afectadas. Recién a partir del segundo semestre, y de manera progresiva, se retomó las actividades de control.
Devida explicó que existe un factor exógeno, que es el principal causante de la expansión de del cultivo de la hoja de coca en el país. “La demanda externa del producto hace que casi la totalidad de la producción de este estupefaciente se exporte para abastecer el mercado global”, señala.
-Metas-
El Estado peruano se ha propuesto como meta al 2030, controlar los cultivos ilícitos, el tráfico ilícito y el consumo de drogas que afectan a zonas estratégicas y a poblaciones en situación de vulnerabilidad.
Ello se reflejará en la reducción del valor relativo anual de la producción y comercio ilícito de hoja de coca y derivados. De 0.31 % (2017) pasará a 0.15% (2030).
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