La emergencia sanitaria por el coronavirus ha incrementado la demanda de profesionales de la salud sin que el país pueda cubrirla en su totalidad. Por ello, el Gobierno y organizaciones como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) han impulsado el ejercicio profesional de ciudadanos venezolanos residentes en el país que cuentan con estudios concluidos de medicina y enfermería, entre otras carreras vinculadas.
Como se recuerda, hace pocas semanas Essalud anunció la incorporación de 30 médicos venezolanos, que fue posible tras la emisión de la norma de creación del Servicio COVID Especial (Servicer), según la cual el Estado peruano puede contratar a profesionales nacionales y extranjeros sin el requisito de haber realizado el Servicio Rural y Urbano Marginal de Salud (Serums), una condición antes necesaria para trabajar en los hospitales del Estado.
Hasta la fecha, hay un registro de 250 médicos venezolanos colegiados, dispuestos a prestar sus servicios durante la emergencia, ya sea en los hospitales del Ministerio de Salud (Minsa) o Essalud, o en clínicas privadas. De ellos, alrededor de 90 ya fueron incorporados a algún centro de salud, público o privado, indicó Federico Agusti, representante de Acnur en Perú.
Adicionalmente, dicha organización internacional se encuentra brindando apoyo, mediante subvenciones económicas u orientación, a 80 profesionales en enfermería y unos 100 psicólogos/gas, para la revalidación de sus títulos, con el fin de que también puedan brinda su apoyo durante la emergencia.
Dichos profesionales necesitan obtener la revalidación de sus títulos por parte de una universidad, que realiza un análisis de su expediente académico y una evaluación al profesional. Por ello, Acnur tiene un convenio con la Universidad de San Martín de Porres (USMP) para brindar facilidades de pago a los ciudadanos venezolanos que requieran este trámite, además de mantener conversaciones con los colegios profesionales.
“Los números indican que se requiere un número de profesionales de la salud mayor al que están egresando de las universidades peruanas. Entonces, tenemos que aprovechar las capacidades que tienen los venezolanos que han venido y tienen una enorme formación”, dijo Agusti a Gestion.pe.
En esa misma línea, recordó que el aislamiento para mitigar los contagios ha agudizado los problemas de salud mental y hay un número creciente de personas que requieren de asistencia emocional, por lo que también se está impulsando el ejercicio de los profesionales en psicología.
Población vulnerable
El representante de Acnur recordó que la población venezolana en el Perú es altamente vulnerable, puesto que en su mayoría trabajan en el sector informal y han dejado de percibir ingresos de la cuarentena, además de no ser acreedores a los bonos concedidos por el gobierno peruano. En muchos casos no tienen dinero para comer o para otros gastos esenciales.
En el país hay más de 850,000 venezolanos, según los datos oficiales, cuya tasa de actividad era de 91.5% hasta mediados del año pasado, de acuerdo con una encuesta del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Sin embargo, el 88.5% de los trabajadores dependientes no tenían un contrato laboral, por lo que tampoco habrían recibido ningún tipo de beneficio (retiro de CTS o AFP) al suspender sus actividades.
“Hay casos de personas que han perdido el lugar donde vivían porque se quedaron sin dinero para pagar el alquiler, pero en la mayoría de los casos se mantienen en sus viviendas porque los propietarios les han prorrateado el pago o han reducido los costos. Hacemos un llamado a los propietarios a que solidariamente sigan brindando facilidades a la población vulnerable, sea de nacionalidad venezolana o peruana”, expresó.
En respuesta a las múltiples necesidades de esta población, Acnur ha entregado hasta la fecha ayuda por US$ 560,000 que, junto a la brindada por otras organizaciones de las que tiene registro, asciende a US$ 1′300,000.
“Se han entregado 900,000 raciones de alimentos en los distritos más afectados, con prioridad a la población venezolana, que a diferencia de la peruana no tiene familia en el país ni recibe ningún tipo de subsidio, pero también hemos ayudado a familias peruanas muy vulnerables. Además, hemos hecho transferencias humanitarias para beneficiar a 9,000 personas”, manifestó.
Sin embargo, reconoce que si bien esto ha contribuido a mejorar la situación de un grupo de personas, la gran mayoría de venezolanos se encuentra en gran vulnerabilidad y requiere ayuda de manera urgente. Por ello, el Grupo de Trabajo para Personas Refugiadas y Migrantes (GTRM) -del que forma parte Acnur- ha presentado esta semana un plan de respuesta regional ante la situación de los venezolanos en medio de la pandemia. En el caso del Perú, se busca recaudar US$ 148 millones en donaciones de países, organizaciones internacionales o grandes empresas.
“Hemos especificado una serie de actividades que requieren recursos por alrededor de US$ 148 millones y veremos hasta qué monto podemos llegar para poder cubrir la respuesta aquí en el Perú”, agregó Agusti.
En paralelo, la organización está desarrollando la campaña “Héroes de la cuarentena”, que invita a las personas a donar un “vale solidario”, equivalente a S/ 60 soles, que podrá ser utilizado por una familia vulnerable para la compra de alimentos o productos de primera necesidad.
“Por cada donativo, Acnur ofrecerá un vale equivalente a S/ 60 para otra familia, hasta que se cubran los primeros 200 vales. De esta forma, con una donación se estará apoyando a dos familias. Esperamos que además de las personas solidarias, también se sumen más organizaciones, instituciones o empresas para duplicar los esfuerzos”, detalló Federico Agusti. La ayuda se distribuirá de forma descentralizada en distintas ciudades del Perú. como Arequipa, Cusco, Tacna y Trujillo. Los detalles de la campaña se pueden hallar haciendo clic aquí.
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