Gerente de Estrategias de Inversiones de Sura.
En los mercados de capitales podemos negociar diversos tipos de activos, que van desde los tradicionales, como acciones y bonos, hasta productos agrícolas básicos, como trigo, maíz, soja u otro tipo de materias primas, como petróleo, oro, plata, cobre, e incluso productos alternativos, como futuros climáticos e inmobiliarios. Todos estos activos se transan en distintos mercados y bolsas en varios países del mundo, dando lugar también a diferentes índices de referencia. En este artículo vamos a repasar cuáles son los principales mercados que hay, cuáles son los tipos de activos que negocian y cuáles son los índices más representativos, de forma que podamos entender mejor las alternativas de inversión a las que podemos acceder globalmente.
Como todos sabemos, Wall Street, desde el siglo XX, se ha convertido en el centro de los mercados financieros a nivel mundial. Esta calle del Bajo Manhattan, en la ciudad de Nueva York, que debe su nombre al muro de madera y lodo construido por los colonos holandeses en 1652 como defensa ante un eventual ataque de los indios o de los ingleses, y que estos últimos derribaran en 1699, alberga a la Bolsa de Nueva York (New York Stock Exchange, NYSE, en inglés).
El Acuerdo de Buttonwood, firmado por 24 banqueros en 1792 para controlar el flujo de acciones que se negociaban libremente en las veredas de Wall Street, dio lugar al nacimiento del NYSE, que luego se convertiría en el mayor mercado de valores en el mundo en volumen monetario negociado y en cantidad de empresas inscritas. El emblema de Wall Street es el toro de bronce de 3,200 kilos, símbolo de los mercados al alza. La calle Wall Street da también nombre a uno de los periódicos financieros más prestigiosos e influyentes en el mundo, el Wall Street Journal.
El NYSE, en sus inicios, se instaló en el número 40 de Wall Street, para luego mudarse al número 11. Para que una empresa pueda listar sus acciones en el NYSE debe de cumplir con muchos requisitos, relacionados principalmente con el tamaño de la compañía, el número de accionistas que tiene y su salud financiera. En el año 2007, el NYSE se fusionó con Euronext, una gran bolsa de valores europea surgida de la fusión de las bolsas de París, Amsterdam, Bruselas, Lisboa, Oporto y con LIFFE, una bolsa de futuros y opciones de Londres; y en el 2008 con el American Stock Exchange (AMEX), la tercera bolsa más grande de EEUU. El NYSE Euronext es, actualmente, la principal plaza financiera mundial, alrededor del 80% de los valores estadounidenses se negocian a través de este mercado.
Si bien es cierto que es la Comisión de Bolsa y Valores (en inglés Securities and Exchange Commission, SEC) la que regula el comercio de valores, el NYSE es quien pone los requisitos de cotización. Una petición que hizo el Congreso de los Estados Unidos, justamente a la SEC, para que realizara un estudio sobre la seguridad de los mercados, y que detectó la poca transparencia en los mercados no regulados y la necesidad de su automatización, dio origen, en 1971, a la segunda bolsa más grande de los EEUU: el NASDAQ (National Association of Securities Dealers Automated Quotation).
Pensada inicialmente para compañías de pequeña y mediana capitalización, pero con un ritmo de crecimiento importante, hoy el Nasdaq incluye a grandes empresas de alta tecnología en sectores como software, electrónica, comunicaciones, informática y biotecnología, dentro de las miles que negocian diariamente sus acciones en los 24 mercados en los que el Nasdaq opera en distintos países. Es la bolsa de valores electrónica más importante del mundo. Cuenta con cámaras y depósitos de seguridad que permiten tener el mayor volumen de intercambio de acciones por hora.
Las bolsas de valores de los distintos países tienen sus propios índices bursátiles, que suelen actuar como una especie de barómetro de la economía del país. Un índice bursátil es un indicador que muestra la variación de un conjunto de activos que reúnen determinadas características. Charles Henry Dow, fundador del Wall Street Journal, crea en 1887 un índice compuesto por las mayores 12 empresas industriales americanas de la época, el Dow Jones Industrial Average (DJIA), que, en la actualidad, está compuesto por 30 valores y sigue siendo un referente de la bolsa de EEUU. En 1923, la firma Standard & Poors introdujo un índice que cubría 233 empresas.
En 1957 este índice se extendió para incluir a las 500 compañías más grandes de EEUU, dando origen al S&P 500, considerado como el índice más representativo del mercado de acciones de Estados Unidos, y como un referente de tendencias de la economía norteamericana. El Nasdaq Composite es el otro índice de referencia más seguido por los inversionistas, y agrupa a las más de siete mil empresas de todo el mundo que cotizan en el mercado Nasdaq.
Otros índices bursátiles importantes son el Financial Times Stock Exchange (FTSE 100), que agrupa a las 100 empresas más importantes que negocian en la bolsa de Londres; el Cotation Assistée en Continu (CAC 40) de la bolsa de París; el Deutscher Aktienindex (DAX 30) de las 30 compañías más grandes de Alemania que cotizan en la bolsa de Fráncfort; el Nikkei Heikin Kabuka (Nikkei 225) compuesto por los 225 valores más importantes que cotizan en la bolsa de Tokio; y el Shanghai Stock Exchange Composite (SSE), que incluye a las empresas que negocian en la bolsa de Shanghái.
El CME Group es el mercado financiero de opciones y futuros más grande del mundo. Opera en Chicago, Nueva York y Londres. Los contratos de derivados negociados en este mercado incluyen futuros y opciones en acciones, monedas, energía, productos agrícolas, tasas de interés, metales preciosos, condiciones climáticas, bienes raíces, entre otros. Es producto de la fusión del Chicago Mercantil Exchange (CME) y el Chicago Board of Trade (CBOT), que se dio en el 2007. Al año siguiente, se anunció la adquisición del New York Mercantile Exchange (NYMEX) y del Commodity Exchange (COMEX), con lo que se consolidó como uno de los mercados financieros más grandes del planeta.
Es a través de los distintos mercados financieros que los inversionistas podemos acceder a una gran variedad de activos, para constituir nuestros portafolios y lograr nuestros objetivos propuestos. Una asesoría profesional que nos ayude a combinar correctamente estos distintos tipos de activos, respetando nuestro perfil de riesgo y objetivos de inversión, es necesaria para conseguir nuestras metas financieras.