Director de la Asociación de Empresas Familiares del Perú
La llegada de la pandemia por el COVID-19 ocasionó una transformación agresiva a la digitalización en las empresas familiares. En la última mesa redonda “Retos de las empresas familiares peruanas en el 2022″, señalaron que la reactivación económica depende de estas firmas, las cuales representan el 80% de compañías existentes a nivel nacional. De dicho grupo, el 94% son microempresas que generan desarrollo y trabajo.
Parte de ello es gracias a que se valieron del uso de nuevas tecnologías y medios digitales para la atención de sus clientes, además muchos de ellos incursionaron en el e-commerce que ayudó a que continúen sus operaciones. Actualmente se destina una parte de inversión en la adaptación a la nueva normalidad y la reconversión de las operaciones que realizan, proceso al que se le denomina como transformación digital.
Los líderes de las empresas familiares, en su mayoría, tienen edades por encima de los 50 años. A ellos les ha tocado pasar de la tecnología analógica, que antes de la pandemia era muy común, a una era digital que implica nuevos conocimientos y adaptaciones. El perfil de los directores en la actualidad debe contener el manejo de la tecnología en el campo en el cual se especializan.
Es impensable que en pleno siglo XXI las empresas familiares dejen de lado las aplicaciones tecnológicas. Por lo contrario, están desarrollando estrategias para mejorar la competitividad y se ha incluido la gestión de herramientas digitales en todas las áreas de la empresa, independientemente de la industria, lo que requiere también un proceso de adaptación de toda la organización a todo nivel. Incluso se tiene una visión de expansión regional que en años anteriores no era considerada.
Hoy se habla constantemente de la transformación digital, por lo que se sugiere iniciar con un proceso de alfabetización digital en el que se capacite al personal en las nuevas herramientas. Esta puede ser una oportunidad en donde no solo se involucre a los colaboradores, sino también a los directores, accionistas y cabezas de la empresa.
Las nuevas generaciones en las empresas familiares han influido en su evolución, debido a que los jóvenes, al ser nativos digitales, conocen de adaptación y nuevas tendencias empresariales. La Asociación de Empresas Familiares está ayudando a incentivarlos a que sean parte de la empresa, que se involucren en las gerencias y formen parte del directorio para que brinden una visión nueva.
Un claro ejemplo es el del Grupo familiar Posben, que controlaba su información de gestión en hojas de cálculo y desarrollos de sistemas locales, y ahora apuesta por nuevas herramientas que le permiten tener la información de manera oportuna, con lo que se simplifica los tiempos y procesos que en ocasiones se dan en tiempo real. Este es solo uno de los diversos ejemplos de mejoras de gestión que se ven en la actualidad.
Otro punto importante que ha llegado con la digitalización es la diversificación de los productos que se ofrecen. Por ejemplo, en el caso de Platanitos, en sus inicios se dedicaba principalmente al calzado; sin embargo, en la actualidad ofrece productos diversos que van desde productos de limpieza, hasta muebles de hogar y demás. A eso apuntamos como asociación: a crecer a la par de la tecnología, a diversificar nuestros productos y ¿por qué no? pensar en nuevos mercados.