Escribe: Carlo León, gerente de Renta Fija de Prima AFP.
(2 de agosto del 2024) En el complejo panorama financiero global actual, las opiniones y comentarios del expresidente y candidato a repetir el plato Donald Trump sobre la política cambiaria de Estados Unidos han generado un impacto considerable en los mercados. El exmandatario ha expresado de manera clara su deseo de debilitar al dólar estadounidense, argumentando que esta iniciativa podría revitalizar la competitividad manufacturera del país. Sin embargo, este objetivo enfrenta enormes desafíos, que analizaremos a continuación.
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Para Trump, un dólar fuerte obstaculiza la economía estadounidense al encarecer los bienes para exportación y favorecer importaciones más baratas. Esta perspectiva contrasta con la visión tradicional republicana que favorece la estabilidad del dólar como moneda de reserva global. Además, las políticas propuestas por el ex jefe del Estado, como aranceles elevados y recortes fiscales, no están alineadas con la meta de mantener baja la inflación y un dólar débil.
Durante las tensiones comerciales del 2019, la sensibilidad de las monedas de mercados emergentes a las políticas comerciales del hoy candidato fue evidente. Por ello, los mercados ya están anticipando posibles medidas bajo un segundo mandato de Trump y están reaccionando con rapidez a estas señales. En los últimos días, las monedas de América Latina han enfrentado depreciaciones notables, influenciados por la percepción de riesgo y la incertidumbre sobre aranceles.
En consecuencia, es probable que el deseo de Trump de ver un dólar depreciado solo se materialice en casos muy específicos. El sol peruano, por ejemplo, ha mostrado mayor resiliencia en los últimos días, beneficiándose de políticas económicas internas más estables, términos de intercambio favorables, tasas reales atractivas, menor ruido político y una gestión monetaria prudente. Esperemos que esta resiliencia se mantenga en el futuro.
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En resumen, la posibilidad de políticas económicas más proteccionistas bajo una administración republicana de Trump añade una capa adicional de volatilidad a los mercados globales. En esa línea, la capacidad de países como el Perú para mantener la estabilidad de sus monedas en medio de estas dinámicas destaca la importancia de políticas económicas coherentes y adaptativas frente a las fluctuaciones del mercado internacional.
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