¿Qué es y qué nos enseña el progreso vertical de San Mateo?

Hay dos tipos de progreso. Uno es el horizontal, que se da al copiar o mejorar cosas que existen. Por ejemplo, si tienes una máquina de escribir y luego la haces más rápida o barata, habrás logrado un progreso horizontal. El otro tipo es el progreso vertical que, en cambio, se logra haciendo algo completamente nuevo, lo que significa pasar de cero a uno. Este tipo de progreso es difícil de imaginar porque es algo que nunca se ha hecho. Si tienes una máquina de escribir y luego construyes un procesador de textos, habrás logrado un progreso vertical. Creo que este es un buen resumen de lo que plantea el emprendedor y cofundador de PayPal, Peter Thiel, en su libro “Zero to one”.

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Hace unas semanas visité San Mateo de Otao, un pequeño pueblo cerca de Lima, donde alguien en algún momento tuvo la visión de hacer algo distinto, ir de 0 a 1. ¿Qué se podría hacer para poner en valor un lugar con paisajes bonitos, flanqueado por cerros, cielo azul y toda la belleza de nuestros pueblos andinos?

Tal vez pensó algo así. ¿Qué te parece si unimos estos dos cerros con un teleférico y para hacerlo más llamativo, ponemos un columpio grande al otro lado? Mira, allá arriba sobre la cascada, podemos unir esos tres cerros y aprovechar la diferencia de altura para hacer dos cosas. Primero, un puente colgante con vista del fondo del valle y luego, para los más arriesgados, hagamos una escalera que suba al tercer cerro, que está más alto, y la llamaremos la “escalera al cielo”, que no será nada corta y tendrá una vista panorámica del valle y de la piscina natural que forma la cascada.

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Río abajo, aprovecharemos lo empinado del cerro para hacer otro columpio, una línea para que crucen con una bicicleta aérea, y haremos un poco de espacio para poner figuras gigantes: “la mano de Dios”, el gorila, el ángel y otros al ras del cerro para tener una buena vista y un buen fondo para que las personas puedan sacarse fotos. Claramente, estas personas tendrán que pagar por hacer uso de esta infraestructura.

Algo que se puede aportar a la lógica de Thiel es que para lograr el progreso vertical se necesitan personas con mucha hambre de progreso y la audacia necesaria para implementar su visión. No es fácil decir que llevarás al hombre a Marte, mientras estás parado en un taller vacío con tres ingenieros y lleno de deudas, o que San Mateo de Otao pasará de recibir 0 turistas a decenas de miles cada año.

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Sin embargo, los descubrimientos tecnológicos que han transformado el mundo y las visiones que han moldeado la historia siempre han florecido en medio de la adversidad.  El hambre y la audacia son la pólvora del progreso vertical que, a su vez, es la base del desarrollo de la sociedad.