La pregunta que surge en este intento del Gobierno por incluir al sector informal en el sistema de pensiones es: ¿y cómo lo hará?
La propuesta de una reforma para dar protección previsional a todos los ciudadanos es viable en países desarrollados, en los que la mayoría son trabajadores formales.
Pero en el Perú la cobertura de pensiones es muy baja debido justamente a la elevada informalidad del mercado laboral, en el que incluso se ha elevado los sobrecostos para las empresas, con más rigideces en la regulación, como restricciones a la tercerización, y elevación de remuneraciones mínimas.
Es muy complicado viabilizar la propuesta de incluir a los informales en el sistema de pensiones, salvo que se introduzca un subsidio cruzado, en el que los trabajadores formales que aporten destinen un porcentaje del mismo a un fondo colectivo para ayudar a que los de menores ingresos también tengan una pensión.
Robin Hood
Sería un esquema del tipo Robin Hood, que formó parte de la propuesta de reforma previsional de algunos partidos políticos en las anteriores elecciones.
Pero es algo que muchas personas no comparten.
Preocupa también la formulación técnica de la propuesta que desarrollará el Gobierno, pues tiene que haber un estudio actuarial, cálculo de la tasa de aporte de los trabajadores y definir la contribución fiscal, entre otros elementos.
Recordemos que ya la ONP está desfinanciada.
Desarrollar esta iniciativa es muy complicado, pues se trata de un grupo poblacional que no aporta para una pensión por la situación en que vive y su modo de trabajo, pues fundamentalmente es gente que se gana la vida en las calles, comerciantes o de oficios menores, con pocos recursos.
Estado y empleador
En consecuencia, es necesario el aporte del fisco o el subsidio cruzado, aunque también se debería pensar es esquemas como el matching contribution, en el que el Estado o empleador también aporta junto con el trabajador para su pensión futura.
Se debe tener en cuenta que la cobertura previsional en el Perú, que mide la proporción de los que aportan sobre la población total que trabaja, es una de las más bajas de Latinoamérica.
(*) Docente de Esan Graduate School of Business