Los docentes de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico, en coordinación con Gestión.pe, se plantearon el reto de presentar en 200 palabras para nuestros 200 años: ¿Cuáles son los desafíos más importantes que enfrenta el diseño de políticas públicas efectivas y medidas de impulso para la RSE?
Análisis sobre políticas públicas
Alexandra Ames, Jefa del Observatorio de Políticas Públicas de la UP
“Hay tres claves importantes para tener políticas públicas más efectivas: Empatía, foco y evidencia. Las políticas públicas deben diseñarse con el objetivo de solucionar problemas públicos concretos por lo que se debe tener la capacidad de ponerse en los zapatos del ciudadano y de querer servirle mejor. El foco debe ser mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Ante esto, es crucial el “Tracking” o monitoreo de avances. Sin medición, sin datos, sin evidencia, los funcionarios públicos seguirán remando a ciegas. Pero no basta con mejorar el enfoque de las políticas públicas.
Los sistemas administrativos deben rediseñarse de tal manera que estén al servicio del logro de los objetivos, que deben apuntar a la creación de valor público o de la generación del bienestar de los peruanos. Estos cambios son posibles, pero si no se trabaja en la revalorización del servicio público ni se crea un clima organizacional en donde los funcionarios se sientan orgullosos de su trabajo y tengan los objetivos, las metas y los resultados que tienen que lograr, no lograremos impactar de verdad.
El corazón del cambio y de la reforma del Estado, está en la reforma del servicio civil, pero esta no debe ser legalista, debe apuntar a movilizar equipos de trabajo hacia resultados.”.
Análisis sobre RSE y compliance:
Natalia Manso, profesora de la EGP
“Llegamos al Bicentenario tras más de un año de extrema dureza en términos sociales, económicos y empresariales. La desafección y la desesperanza nos abrazaron, la corrupción fue indolente ante el sufrimiento humano y las empresas - las responsables- hicieron cabriolas para sobrevivir, desapareciendo varias en medio de la tormenta perfecta.
No dejemos que la crisis nos robe la ilusión. Nos ha sacado lo mejor y lo peor de nosotros mismos, y le hemos visto el verdadero rostro a muchas organizaciones. Es cierto que algunas empresas se mostraron como el Rey Desnudo, y siguen en negación de sus falencias; incluso algunas sacaron ruin ventaja del infortunio de los peruanos. Sin embargo, es emocionante ver cómo otras han mostrado que sus políticas de responsabilidad social y compliance eran algo más que una imagen, que su cultura organizacional se asentaba sobre bases sólidas, construidas antes de la pandemia, que les permitieron encarar los retos con resiliencia y compromiso con sus empleados y con el entorno.
Tenemos la oportunidad histórica de construir una forma diferente de hacer negocios, transitando juntos por un camino que ya muchas organizaciones han emprendido a través del fortalecimiento, en la adversidad, de una cultura de la integridad, el respeto y la inclusión”.