Director periodístico
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) finalmente disparó sus ‘25 balas de plata’ con las que busca recuperar la confianza de familias y empresarios, y así sacar al país de la recesión. Es pronto para saber si este nuevo plan, al que han denominado “Unidos”, tendrá éxito, sin embargo, disipar el pesimismo, la incertidumbre y el miedo parece una tarea más compleja.
Es claro que el país necesita urgente un shock de inversiones, pero como dice el CEO del BBVA, Fernando Eguiluz, en una amplia entrevista con Gestión publicada en esta edición: “Se necesita shock de confianza y de seguridad”. No le falta razón. La inseguridad y violencia que se vive en las calles de cualquier ciudad se ha convertido en un freno para el crecimiento.
Videnza Consultores indica que en los últimos años el impacto de la inseguridad ha aumentado a 3.09% del PBI. Ese porcentaje del PBI equivale a un costo de S/ 31,500 millones anuales, pero solo considera los costos directos del crimen, sin contar los efectos indirectos.
Y aunque suene desgarrador decirlo, es notorio que el crimen no solo está dejando muertos y heridos por todo el país, también está matando la iniciativa privada. Hoy en día es común escuchar de empresarios secuestrados, extorsionados e, incluso, asesinados por resistirse a pagar cupos a bandas criminales. Hacer empresa en el Perú se ha vuelto más riesgoso.
Las extorsiones que en el pasado se concentraban en sectores específicos, como el de construcción o hidrocarburos, ahora se han extendido a casi todo tipo de negocio y de todo tamaño. Desde un pequeño restaurante en Chiclayo, hasta un colegio privado en San Juan de Lurigancho. Hoy nadie está libre de ser víctima del crimen.
“Yo vengo del futuro”, nos dijo el mexicano Eguiluz en una clara referencia a los serios problemas de seguridad que enfrenta su país y cómo, lamentablemente, el Perú está tomando esa misma ruta de criminalidad y violencia. “Se tiene que poner mano más dura para erradicar la inseguridad”.
El Gobierno de Dina Boluarte ha declarado estado de emergencia diferentes distritos del país para combatir la inseguridad, sin embargo, una reciente encuesta a nivel nacional de Datum Internacional revela que el 94% no percibe ningún cambio con esta medida. Y más allá de la percepción ciudadana, hemos podido ser testigos de cómo el crimen y la violencia continuaron en pleno estado de emergencia.
También es cierto que la lucha contra la criminalidad no solo es tarea de la Policía y del Poder Ejecutivo. Se requiere un compromiso mayor de parte de diferentes instituciones como el Ministerio Público, el Poder Judicial, el Congreso de la República y las propias municipalidades. No es una tarea sencilla, pero se tiene que hacer antes de que la situación se siga deteriorando.
Entonces, es fundamental impulsar un shock de inversiones, pero este debe ir de la mano con un shock de seguridad, de lo contrario lo que impactará sobre la economía y el país no son las ‘25 balas de plata’ del MEF, sino las balas que todos los días disparan las bandas criminales.