Escribe: Mirtha Rodríguez, directora corporativa de HSSEQ y Sostenibilidad de Komatsu-Mitsui.
Cada día, el sector minero aumenta su apuesta por el talento femenino, debido a las importantes fortalezas y capacidades de estas profesionales para el desarrollo exitoso de sus operaciones. No obstante, aún existen problemas que impiden una mayor presencia femenina en el rubro: en la actualidad, la participación de las mujeres en la minería no supera los dos dígitos.
La principal traba para el desarrollo femenino en el sector minero son los sesgos que persisten en la población y, sobre todo, en las propias mujeres. Estos han generado que, hasta la fecha, se mantenga el errado pensamiento que las actividades mineras son labores solo para hombres.
Si bien poco a poco más jóvenes están tomando consciencia acerca de lo equivocado de dicho discurso, el progreso todavía es lento. Una clara muestra de ello es que el número de postulantes mujeres a carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas por sus siglas en inglés), de las que se desprenden los profesionales mineros, se encuentra muy por debajo de los postulantes hombres. Dicha situación ha ocasionado una escasez de profesionales mujeres para el sector minero, lo que –evidentemente– impide un crecimiento de su presencia en el rubro, pese a las oportunidades laborales que existen.
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Esto pone en evidencia la necesidad de realizar un minucioso trabajo desde el Estado y el sector privado en la población peruana para que, desde temprana edad, se entienda que las mujeres cuentan con la capacidad para realizar las mismas labores que ejecuta un hombre en actividades consideradas por décadas ‘duras’. No existen limitantes para que logren óptimos resultados.
Es así como la industria viene tomando esfuerzos para cambiar esta realidad, esto reflejado en un trabajo sobre el enfoque de género, realizando voluntariados con campañas de orientación vocacional en colegios. Líderes mujeres de nuestra industria asisten a los centros educativos o invitan a las estudiantes mujeres a visitar instalaciones a fin de formar semilleros que opten por carreras STEM. Esta labor ya ha dado frutos.
Una segunda traba fue durante años las políticas de las empresas, que priorizaban a los hombres por sobre las mujeres. Sin embargo, ello está dando un giro de 180 grados: hoy las compañías mineras ya apuestan por el talento femenino, a través de su contratación y de capacitaciones constantes para nutrirlas de conocimientos y habilidades que ellas creían que no poseían, pero que siempre tuvieron. Las políticas de igualdad y equidad son prioridad.
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Este cambio se viene trasladando en importantes resultados para las mineras. Un ejemplo de éxito fue lo ocurrido el año pasado: por primera vez en la historia, un camión modelo 980E-5SE de Komatsu-Mitsui, con capacidad de carga de 400 toneladas, fue armado completamente por mujeres en el Perú. Y como este, hay muchos otros logros. Y es que la presencia de las mujeres le aporta a la minería diversidad de opiniones y enfoques, minuciosidad, análisis y mayor humanidad.
Pero para que este impacto sea mayor es fundamental acabar con los estereotipos y con los sesgos, así como trabajar en la formación de semilleros. Sin ello, no habrá talento qué captar. Las mujeres deben entender que cuentan con las capacidades para lograr todo lo que se propongan.
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