Un mes atrás comenté algunas buenas noticias que podían animar a los empresarios a salir del pesimismo. No es que contara con una bola de cristal para adivinar, pero hay señales alentadoras y está en nosotros tomar decisiones con esos datos, sin esperar a tener todas las cartas favorables en la mano. Según cómo hagan su nido, los chilalos de Piura predicen la intensidad del Fenómeno El Niño. No tenemos un “chilalo económico” que nos dé pistas para ver qué pasará. Ya murió la marmota Milltown Mel y el cuy mágico tiene trabajo aparte. Tampoco podemos esperar que los Reyes Magos nos obsequien reforma laboral, fomento de inversión privada, eficiencia estatal.