Gerente de Negocios de Soluciones Virtuales Perú
Sin duda, el coronavirus vino no solo a cambiar nuestra manera de relacionarnos, sino que también la forma en que trabajamos. Frente a un contexto de alto riesgo sanitario, gran incertidumbre económica y restricciones a la movilidad de las personas, establecidas por las autoridades en los momentos más duros de la pandemia, tuvimos que adecuarnos a un nuevo escenario que vino a acelerar el proceso de transformación digital en las organizaciones, muchas de las cuales se vieron obligadas a adoptar rápidamente tecnologías y soluciones para seguir operando.
Fue así como, por ejemplo, herramientas como Zoom y Teams permitieron a muchos colaboradores trabajar desde casa o remotamente. Paralelamente, la nube también ha cumplido un rol destacado en esta situación, producto del teletrabajo y el creciente aumento de los procesos de automatización que impulsó el COVID-19, lo que se tradujo en que muchas empresas de distintos rubros hayan migrado su información a los sistemas Cloud. Y esta tendencia se mantendrá en el tiempo.
De acuerdo a IDC, para el 2023 la Nube aumentará un 30.4% en Latinoamérica. Esta misma fuente señala que, dado que existe un importante déficit de profesionales TI, aquellas compañías que estén en proceso de adoptar soluciones de la Nube o estén llevando cargas nuevas relacionadas con su respectivo negocio, deberán contratar servicios de proveedores expertos en la materia o invertir en capacitación para, de esta manera, entrenar a su gente de TI y ser autosuficientes en el tiempo. De la misma forma, dicha consultora sostiene que la tecnología Cloud otorga una mayor resiliencia al negocio y es un gran aporte en temas de agilidad para la innovación en el mediano y largo plazo.
Gartner, en tanto, prevé que el gasto en la nube pública alcance los US$ 500,000 millones en este 2022. Tal cifra supone un aumento del 20.4% respecto al año anterior. Asimismo, esta consultora espera que ese ítem llegue a casi US$ 600,000 millones en 2023.
Lo cierto es que la nube añade una serie de beneficios a las empresas, tanto pequeñas como grandes, pues genera costos más bajos que las soluciones instaladas localmente (On Premises), es más confiables gracias a la redundancia que entrega, responde de mejor manera frente a situaciones de desastres o emergencia, permite acceder a beneficios fiscales, logra un mejor desempeño en el tiempo- gracias a su escalabilidad- y facilita el trabajo remoto, pues los usuarios pueden acceder a los datos alojados en ella desde cualquier dispositivo y en cualquier momento a través de una conexión a internet.
Por ejemplo, disponer de una solución de BackUp Online- para el almacenamiento histórico y la recuperación de desastres- puede resultar para una organización pública o privada algo versátil, fácil de usar y confiable que garantice la continuidad de su funcionamiento en el tiempo. No hay que olvidar que las violaciones de datos son demasiado costosas para ignorarlas. Entonces frente a una actividad maliciosa, terremoto o siniestro, disponer de una solución de respaldo en línea puede ser la diferencia entre mantener el negocio activo y operando o destinarlo a la quiebra.
Asimismo, es importante a la vez contar con soluciones que hagan posible la sincronización de los ficheros entre todos los periféricos de una organización y la Nube con el objetivo de acceder a los datos en todo momento. De esta forma una compañía podrá beneficiarse del acceso multidispositivo, sincronización automática, transferencia de grandes ficheros, transferencias controladas, trabajo colaborativo, máxima seguridad y confidencialidad, entre otros aspectos positivos. Y así podríamos seguir mencionando más y más aspectos positivos de esta tecnología.
De acuerdo al último estudio Tech Horizon: Seis hábitos de los líderes de la transformación digital, elaborado por EY Perú, para el 53% de empresas en el Perú la Nube representará la mayor parte de su inversión en tecnología en los dos próximos años. Incluso este porcentaje podría ser mayor, dado que hasta un 80% de las compañías tienen o están planificando algún proyecto basado en Cloud, según datos de la Asociación de Empresas Familiares (AEF Perú).
Finalmente, si bien es cierto que esta aceleración en el proceso de transformación digital en las empresas ha sido prácticamente imperativo por la coyuntura, es preciso recordar que esta migración o externalización hacia la nube es sumamente productiva y, al mismo tiempo, riesgosa si no se toman las medidas de ciber protección en las diferentes capas o niveles del Cloud, puesto que en el mundo de la ciberseguridad existen dos tipos de empresas: las que han sido vulneradas por medio de ciberataques y las que esperan serlo. Lo cierto, es que la nube llegó para quedarse en Perú.