Gerente del Comité de Sostenibilidad de la SNI
Es un deber ineludible de los gremios acompañar a las empresas para que implementen herramientas que les permitan reducir sus emisiones y desarrollar soluciones basadas en la sostenibilidad. En el caso de la SNI, diversas empresas asociadas están implementando acciones empresariales en materia de gestión del cambio climático incorporando el enfoque de las soluciones basadas en la naturaleza (SBN).
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) indica que las SBN abarca a todas las acciones que se apoyan en los ecosistemas y los servicios que estos proveen, para responder a diversos desafíos de la sociedad como el cambio climático, la seguridad alimentaria o el riesgo de desastres.
Es vital difundir a las empresas los múltiples beneficios ambientales, sociales y económicos que implica abordar proyectos con enfoque de SBN, para poder dar atención o controlar los distintos problemas ambientales como el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad, la contaminación ambiental y la falta de agua y de recursos en general. Por ello, es necesario que las empresas que lo aplican compartan sus experiencias y expongan los resultados de su inversión basadas en la naturaleza.
Los productos con buen desempeño ambiental tendrán un espacio ante una generación actual y futura que está y estará más consciente de la alta responsabilidad ambiental y social de las organizaciones, y demandarán productos que contribuyan a la sostenibilidad de los recursos y por ende del planeta.
Experiencias empresariales
En el panel “La experiencia del Grupo Impulsor Permanente del sector privado para acelerar las acciones climáticas con enfoque SBN en Perú” desarrollado en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático del 2021 (COP-26), destacamos diversas experiencias empresariales en esta línea.
Una de ellas es el proyecto de Amunas, donde participa Backus y CBC Peruana, con el cual se busca restaurar 67 km de amunas identificadas en la sub cuenca del río Santa Eulalia, que abastece la cuenca al río Rímac, un cuerpo de agua que representa el 70% del agua que se consume en Lima. Al 2020 se logró restaurar 4.4 km de amunas y en este año, con la participación de CBC Peruana y PepsiCo, se ha incrementado la meta del año, de 8.5 km a 10 km.
Por su parte, el Sistema Coca-Cola en Perú, conformado por Coca-Cola y Arca Continental Lindley, ha desarrollado dos grandes iniciativas: el Proyecto Oxapampa, en la reserva Bioay, donde se ha logrado reabastecer más de 3 millones de metros cúbicos de agua anualmente a la naturaleza, a través de la recuperación y conservación de 2,270 hectáreas de bosques ribereños gracias al compromiso de la población local. También han ejecutado el Proyecto Río Chilca, para la protección de 50 hectáreas de matorrales y la intervención de 30 hectáreas con zanjas de infiltración; y con participación activa de los vecinos de la zona.
Otro ejemplo es el desarrollado por Unacem, empresa del sector cementero, que cuenta con un Plan de Conservación de Lomas, con el que ayudan a preservar la biodiversidad y funcionalidad de los ecosistemas en el entorno de sus operaciones. Gracias a ello han restaurado 4.8 hectáreas de ecosistemas de lomas, contando con la participación de los pobladores de la zona.
El Grupo Aje cuenta con la iniciativa Amarumayu, por la cual a través de los super frutos que consume para sus bebidas, ayuda a la conservación de cuatro reservas nacionales del Sernamp, con una extensión de más de 5 millones de hectáreas y que representan el 40% de las reservas de carbono del Perú.
Finalmente, la Corporación Aceros Arequipa desde hace más de 15 años cuenta con un cerco vivo de longitud de 10 km perimetrales, una alternativa sostenible que reemplaza el uso de paredes convencionales. Este es regado con el agua que sale del sistema de tratamiento de aguas residuales domésticas y sirve como hábitat para diversas especies de plantas y animales.
Todos estos ejemplos nos demuestran que desde el sector privado del país hay un compromiso creciente con la acción climática y es una prueba de que sí es posible generar oportunidades y desarrollo a partir de la adaptación y mitigación, pero se requiere que muchas más empresas e instituciones se sumen. Por ello es vital que el sector público y privado trabajen de forma coordinada para encontrar nuevas oportunidades donde impulsar soluciones basadas en la naturaleza.