Agroexportación.
Agroexportación.

Por Luis Olivera

Director académico de la carrera de Ingeniería Agroindustrial y Agronegocios de USIL

La importancia de la continuidad de nuestro sistema agroalimentario se ha puesto en evidencia hoy que luchamos contra el Covid-19 en diferentes sectores. Se trata de un sistema conformado por un componente primario, que involucra a los productores de materias primas de origen vegetal, animal y pesquero; y otro componente agroindustrial, principalmente.

En nuestro país, el primario, en algunos casos conformado por pequeños agricultores y pescadores; y en otros, por empresas agroindustriales, está pasando desapercibido durante esta pandemia. No estamos dándole el reconocimiento integral a través de políticas públicas que lograrían que dicha actividad tenga una rentabilidad coherente.

Hasta el momento no se ha evidenciado una rotura de la cadena de abastecimiento de alimentos, gracias a nuestra biodiversidad de recursos y el clima, ventajas comparativas que han permitido un desarrollo agroindustrial sostenido. Recordemos que el Perú es un jugador importante a nivel mundial en el sector agroexportador con crecimientos sostenidos, superando ya los US$ 6,000 millones y exportaciones a más de 113 países, de acuerdo al BCR 2019.

Este crecimiento es producto de una mejora sustancial en el grado de la tecnología, introducido en el componente agroindustrial tanto en equipos para nuevas líneas de producción, técnicas de conservación y transformación, envases innovadores y biotecnología para introducir y adaptar cultivos; así como la variable de innovación, muy importante para el desarrollo de nuevos productos.

La industria contribuye a la seguridad alimentaria no solo suministrando alimentos, sino también con todos los protocolos de buenas prácticas de higiene y sistemas de inocuidad, ante el patógeno (virus) que está en el centro de atención de todo el mundo. Si bien es cierto, la EFSA (European Food Safety Authority) mencionó que no hay evidencia de que los alimentos sean vehículos de transmisión del covid-19. Sin embargo, es importante poder intensificar medidas para asegurar la inocuidad, como capacitación y supervisión para el cumplimiento estricto de prácticas de higiene, proporcionar las instalaciones correctas e implementos de protección personal (EPP) y asegurarse de que el personal no tenga ningún signo o síntoma físico antes o durante de su jornada laboral dentro de su lugar de trabajo (AINIA).

Pese a ello, la industria considera importante extremar las medidas para asegurar la inocuidad de los alimentos, pero la rotura del desabastecimiento puede darse porque los trabajadores, tanto del componente industrial como primario, pueden enfermarse. Por ejemplo, en Estados Unidos, la avícola Sanderson Farms Inc. y la productora de carne de cerdo Smith Field Foods Inc. han confirmado algunos casos positivos en sus trabajadores.

Desde el Gobierno se están haciendo esfuerzos para mitigar los impactos económicos del coronavirus mediante la inyección, de momento, de más de US$ 25,000 millones, equivalente a un 12% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, acción reconocida por la BBC de Londres. A pesar de esto, algunos subsectores importantes como el avícola han tenido una caída generada por la cuarentena. Por otro lado, el subsector agrícola ha sido también perjudicado, por ejemplo, en la cadena productiva de la papa, ante el cierre de locales de restaurantes de manera general.

Finalmente, todo lo avanzado es producto del emprendimiento y el esfuerzo empresarial, donde el factor humano ha contribuido con profesionales que se desempeñan en dicho sector, tanto en el componente primario como el agroindustrial. Es allí donde se debe seguir con una formación integral de profesionales en nuevas tecnologías, innovación y sistemas de contingencia con una visión integral de agronegocios para guiar a las empresas hacia el camino de la sostenibilidad. Que esta pandemia nos haga más conscientes de la importancia de desarrollar una soberanía alimentaria para abastecernos a nosotros mismos, al mundo y seguir creciendo económicamente como país.