Gerente de Ventas Indirectas en Hytera Perú
Aunque estemos en el siglo XXI, y el sector de las tecnologías en comunicación haya avanzado significativamente en los últimos 50 años, la brecha de género en el mercado laboral aún es amplia. En América Latina y el Caribe, de acuerdo con el Instituto de Estadística de la Unesco, el 45.1% de los trabajadores en Investigación y Desarrollo son mujeres. En Perú: 29.9% (el más bajo de la región).
Según el G7, en el 2020 solo el 23% de los consejos directivos de las empresas de tecnología, media y telecomunicaciones eran mujeres. Además, la industria de tecnología solo tiene 30% de colaboradoras.
A pesar de ello, cada día existen más mujeres interesadas en los sectores B2B, gracias a que las nuevas generaciones han entendido -certeramente- que las carreras no tienen género. En Perú podemos encontrar que el 46% de las organizaciones ya cuentan con una política de equidad de género, que el 48.3% tienen un plan de acción para lograrlo, y que el 28% de cargos directivos, según el Global Gender Gap Report del Foro Económico Mundial del 2018, son ocupados por mujeres.
El trabajo duro de muchas ejecutivas ha permitido que en el Ranking Par de Equidad de Género 2019 resalte que las compañías con presencia femenina suelen tener 21% más probabilidades de superar el desempeño financiero promedio de la industria nacional y esto de seguro no es una excepción en Perú.
En las carreras relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés) la presencia de mujeres es aún poco significativa. Según datos de la Sunedu (2016), sólo 32% de los egresados de STEM son mujeres. Sin embargo, hemos empezado a revertir esta realidad. Las mujeres peruanas estamos cada vez más empoderadas en el sector. Día a día hay más muestras de que pueden hacer línea de carrera y ser ejemplos de éxito profesional. No tenemos que ponernos límites sino ser valientes y servir como inspiración para muchas más.
Asimismo, debemos seguir trabajando por una mayor presencia de mujeres en juntas directivas y cargos gerenciales. Las investigaciones, basadas en datos públicos de las empresas del Fortune 500, muestran que las compañías con más mujeres en los equipos ejecutivos tienen 35% más de rendimiento sobre el capital (ROE). La literatura existente, además, demuestra que la diversidad de género impacta positivamente en el PIB y la competitividad de un país.