Jefe de Estructuración y Líder para América Latina y el Caribe en Citi Social Finance
Siguiendo análisis realizados por la CEPAL, las múltiples brechas sociales presentes hoy en nuestra sociedad y que han sido exacerbadas por una profunda desigualdad en regiones como América Latina, han llevado a que millones de personas cuenten con necesidades básicas insatisfechas (agua potable, educación, electricidad, productos financieros, vivienda, medicamentos) que, entre otros efectos, obstaculizan el progreso económico y el crecimiento social de la humanidad.
Por su parte, la ONU ha señalado que el 10% de la población mundial, (cerca de 700 millones de personas) se encuentra en situación de pobreza extrema con dificultades para acceder a la alimentación, educación, agua y saneamiento. Esta situación se encuentra en riesgo de un mayor deterioro debido a los efectos de la pandemia todavía presentes y a las tensiones geopolíticas internacionales que afectan a un mundo cada vez más globalizado. En América Latina, esta realidad se traduce al 13.8% de la población de la región, es decir, 86 millones de personas (ONU) y en Perú la pobreza monetaria se registra en el 25.9% de los habitantes del país (8,55 millones), de acuerdo con un informe del INEI de mayo de este año.
En el caso específico de Perú, el porcentaje de pobreza se mantiene 5.7 puntos porcentuales por encima de la cifra registrada en el 2019. De hecho, al 2021, 28.1% de la población no tenía acceso al desagüe a través de la red pública, el 15.9% vivía en hacinamiento, el 11,5% de los niños menores de 5 años sufrían de desnutrición crónica, y el 10.7% no tenía acceso a agua por red o pilón público (INEI). Adicionalmente, la entidad estima que este año alrededor de 11,4 millones de peruanos (34.6% de la población) están en riesgo de caer en la pobreza.
Estas cifras nos indican que no hay tiempo que perder, debemos sumar esfuerzos que generen soluciones para facilitar a las comunidades avanzar hacia un camino de progreso y bienestar. El sector financiero, entre muchas otras iniciativas, ha venido implementando las llamadas “finanzas sociales” (o Social Finance por su término en inglés), las cuales buscan movilizar capital público y privado para contribuir a la solución de estos grandes desafíos de la humanidad, es decir, inversión de impacto.
Uno de los productos financieros que contribuyen al desarrollo de esta solución son los bonos sociales. Son instrumentos que permiten financiar proyectos de infraestructura básica como agua y saneamiento, vivienda para personas de bajos y medianos ingresos, transporte sostenible; entre otros o de acceso a servicios de primera necesidad como la sanidad, la educación y la seguridad alimentaria. Estos bonos también facilitan la financiación y el asesoramiento empresarial con especial enfoque en las pequeñas y medianas empresas, que aportan al desarrollo del tejido empresarial al brindarle apoyo a las empresas en la toma de decisiones que los lleven a cumplir con sus objetivos de negocio y a generar oportunidades dignas de empleabilidad; o las microfinanzas, que promueven la inclusión financiera a través del ahorro, el acceso al crédito, la igualdad de género y empoderamiento de la mujer, la reducción de la pobreza, y el crecimiento económico inclusivo.
En el año 2021, Citi emitió por primera vez uno de estos bonos sociales por valor de mil millones de dólares para fondear sus operaciones enfocadas en los sectores previamente mencionados en países emergentes.
Citi es un banco global que apoya a clientes y moviliza inversionistas que buscan generar impacto social y medioambiental. Desde hace más de 15 años, el equipo de Social Finance del banco viene generando innovaciones financieras inclusivas que aportan al crecimiento económico sostenible y al beneficio de comunidades vulnerables y desatendidas en más de 35 países emergentes alrededor del mundo; mediante las cuales, a la fecha, han impactado positivamente a 4,1 millones de personas, 90% de estas mujeres (3,7 millones), y movilizado cerca de US$ 6 mil millones en capital dedicado a estos sectores desatendidos.
El objetivo del banco es apoyar a 15 millones de personas de las cuales 10 millones son mujeres en países emergentes para el año 2025. Esto se alinea con el compromiso global de Citi de apoyar operaciones por valor de USD 1 trillón en proyectos sostenibles al 2030 de los cuales US$ 500 mil millones serán en proyectos sociales.
Sabemos que nos queda un largo camino por recorrer para resolver muchos de los retos que enfrentamos, sin embargo, consideramos que las instituciones financieras estamos al centro de la transformación ambiental y social, y estamos listos para apoyar a nuestros clientes y demás grupos de interés en este proceso. El camino de sostenibilidad que hemos recorrido nos enseña que solo un esfuerzo conjunto nos permitirá alcanzar las metas ambientales y sociales.