Socio de Consultoría y Líder de la práctica de Strategy & Business Design para Deloitte Spanish Latin America
Los impactos del COVID-19 son significativos y de amplio alcance. Para mitigar el riesgo, los líderes empresariales tratan de tener en cuenta la incertidumbre del mercado. Sin embargo, nos encontramos frente a desafíos que pocos ejecutivos vieron venir.
Si bien el impacto de estos eventos no será uniforme en todos los sectores, muchos líderes se plantean la siguiente pregunta con relación al desarrollo de su estrategia: ¿Qué rol puede cumplir la estrategia como función corporativa para ayudar a la empresa a recuperarse y prosperar?
Los líderes pueden realizar estas cinco actividades clave para ayudar a sus organizaciones a recuperarse:
Equilibrar el “aquí y ahora” con una visión a largo plazo
Para abordar la incertidumbre, los líderes empresariales deben adoptar una visión holística del desempeño empresarial, equilibrando una variedad de factores (por ejemplo, retención de talento y gestión de liquidez) con las metas de corto, mediano y largo plazo.
La visión de largo plazo continúa siendo vital, enmarcando las acciones de corto plazo dentro de una perspectiva clara sobre el futuro y una visión clara del rol que la empresa quiere desempeñar.
Abordar la incertidumbre planificando múltiples futuros alternativos
Creemos que hacer una apuesta única a futuro puede resultar en una visión difusa; el proceso de planificación estratégica tradicional no se ajusta al dinamismo del entorno actual y probablemente deba reinventarse. Los líderes empresariales deberían “abrazar” la incertidumbre y cambiar la forma en que sus organizaciones realizan la planificación estratégica.
Desarrollar “escenarios futuros alternativos” a largo plazo es una técnica muy eficaz que se puede utilizar para visualizar futuros divergentes. Estos escenarios deben ilustrar las diferentes formas en que el contexto general posterior a la crisis puede desarrollarse, incorporando las incertidumbres más importantes que podrían afectar a la empresa.
Reconsiderar lo que es posible
Si bien una crisis plantea muchos desafíos, también presenta oportunidades. Cuando se produjo el COVID-19, las empresas, los empleados y los clientes se vieron obligados a aprender a comunicarse y colaborar de diferentes formas. En algunos casos, la necesidad de operar en medio del COVID-19 ayudó a las empresas a reconsiderar lo que pueden hacer, por lo que este momento presenta un “punto de inflexión” para la revisión de la estrategia y toma de decisiones para el futuro.
Elevar el rol del “orquestador” estratégico
Los ejecutivos que lideran el desarrollo de la estrategia cumplen un rol de naturaleza transversal. Estos ejecutivos, típicamente, consideran las aportaciones y las implicaciones de toda la organización para articular estrategias empresariales sólidas. En el entorno empresarial actual, estos ejecutivos deben convertirse en “orquestadores”: pasar mucho tiempo escuchando al staff ejecutivo y coordinar esfuerzos entre diversas funciones y líderes.
Este aspecto se vuelve especialmente importante en el entorno actual, que cambia rápidamente, y que requiere esfuerzos para integrarse y racionalizarse rápidamente en toda la empresa y sus empleados. El rol de “orquestador” para el desarrollo de la estrategia se está volviendo esencial.
Sintonizar con el propósito
Centrarse en el propósito junto la rentabilidad (ganancias) construye la marca, crea confianza e impulsa el desempeño organizacional.
Los desafíos recientes amplifican la importancia y la urgencia que las empresas sintonicen con un propósito. Los líderes pueden aprovechar este momento para refinar su propósito y considerar cómo utilizarlo para promover su aspiración de crecimiento y cambios a nivel de la sociedad.