El llamado a la acción del ciclón Yaku

¿Qué hacemos las empresas? Podemos medir —reducir y mitigar— nuestra huella de carbono, desde las emisiones directas de la operación hasta las indirectas, de los proveedores, la cadena de suministro y el ciclo de vida de nuestros productos y servicios.(Archivo: Getty)

20/03/2023 05H20

“La sostenibilidad es la gestión de todos los riesgos no financieros”. Pienso en esta frase, que se la escuché a un miembro de directorio de corporaciones globales en el IE Business School, mientras veo y vivo —desde el privilegio— el impacto del ciclón Yaku. ¿Se trata de un efecto del cambio climático? Por lo menos atribuible. “Las proyecciones se están cumpliendo y esto recién se inicia”, cita El País a Liliana Miranda, coautora peruana del VI Informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC). Esas proyecciones —escribe el periodista Ramiro Escobar— “incluían voluminosas precipitaciones en el territorio peruano”.

Vivimos días de un calor intenso vinculado a Yaku. No es raro. En 1990, el IPCC, en su primer reporte, señaló que la temperatura global había aumentado entre 0.3°C y 0.6°C en 100 años, lo que elevó el nivel del mar entre 10 y 20 centímetros.

¿Qué sucede? En simple, la concentración de gases retiene la energía y —aunque no es el único— el CO2, sobre todo asociado a la combustión, es el principal gas causante del cambio climático. Para este siglo, el informe preveía un aumento de 0.3°C por década si la situación se mantenía. ¿Era la primera vez que ocurría? No. Como dicen los negacionistas, en 650 mil años, hubo siete ciclos de avance y retroceso de congelamiento de los continentes, pero nunca con tanta acumulación de CO2 en la atmósfera.

El objetivo del Acuerdo de París es mantener el aumento de la temperatura global en 1.5°C por encima de los niveles preindustriales. En el 2021, se situó en 1.15°C, una décima arriba que en la década anterior. ¿Qué hacemos las empresas? Podemos medir —reducir y mitigar— nuestra huella de carbono, desde las emisiones directas de la operación hasta las indirectas, de los proveedores, la cadena de suministro y el ciclo de vida de nuestros productos y servicios.

Hay cómo: la Science Based Targets Iniciative nos brinda marcos y herramientas sectorizados para fijar objetivos de carbono neutralidad y compensar nuestras emisiones. Y el Task Force on Climate-related Financial Disclosure (TCFD) es un esquema de información para los inversionistas, que lleva la preocupación a nuestros directorios y sus estrategias.

También está la posibilidad de montar programas de movilidad sostenible. En Endesa, en España —caso que analizamos en el IE—, hay servicios de car e-sharing (con autos eléctricos para reservar y usar), taxi compartido (eléctrico y que cruza información de los colaboradores, con alertas a los que van al mismo lugar), bicicletas eléctricas y scooters.

La empresa promueve el teletrabajo y la flexibilidad horaria, y ha reducido su flota de combustión a cambio de una flota eléctrica, optimizado su flota híbrida y electrificado sus zonas de parking, en una vía “hacia un nuevo modelo energético”.

De vuelta al Perú, son duros los efectos del ciclón Yaku. La temporada de lluvias ya nos deja un saldo de 61 muertos y, en un primer cálculo, Credicorp Capital estimó que el norte suma al menos S/13 mil millones en pérdidas. La pregunta que sale a flote es: ¿no es Yaku, también, un llamado a la acción?

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