Presidente de Telefónica del Perú y miembro del comité de Líderes por la Equidad
Karina Mamani es una joven ingeniera electrónica de la Universidad del Altiplano en Puno. Karina fue la única mujer de su carrera y hace unos meses ingresó a trabajar como técnica de mantenimiento en telecomunicaciones en un área donde la participación de las mujeres es minoritaria.
En el Perú, menos del 10% de mujeres labora en el sector tecnología y apenas un 8% estudia alguna profesión relacionada a informática, según información del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Karina es un ejemplo de cómo romper estereotipos para cerrar brechas en industrias duras como las telecomunicaciones, la minería o la construcción.
Así como Karina, hay millones mujeres con sueños y propósitos que viven en un país con enormes de brechas de género. Según el INEI, en el 2020 el 47% de mujeres que vivían en zonas rurales no tenían ingresos propios, mientras que en el caso de los hombres la cifra se reducía a un 13%. Las brechas de equidad de género, y particularmente en zonas rurales, son un gran desafío para el Estado, las empresas privadas y la sociedad civil.
Karina forma parte de “Mujeres en Red”, una iniciativa que creamos en Telefónica para reducir la brecha de género en el sector telecomunicaciones. En dos años, este programa ha logrado que más de 250 mujeres sean capacitadas y hoy ya trabajan realizando labores técnicas en campo. Esas 250 mujeres representan el 10% del total del personal de servicio técnico de la empresa.
El camino para impulsar una mayor equidad laboral es largo y se necesita de múltiples esfuerzos articulados para lograrlo. Y un tema fundamental para cerrar estas brechas es la educación.
En el 2019 conocí a Andrea, una niña de la localidad de Moya, en Huancavelica, a más de 3 mil metros sobre el nivel del mar. Habíamos llegado para anunciar la llegada de internet 4G a esa comunidad. Andrea fue la encargada del discurso final de la visita que realizamos. Con seguridad y convicción, comentó las oportunidades que la conectividad traería para ella y sus compañeros. Recuerdo especialmente el cierre de su discurso, cuando dijo que probablemente ella sería la próxima presidenta de Telefónica en unos años.
Meses después de esa visita volví a ver a Andrea. La pequeña cumplió lo que había prometido, era la CEO de Telefónica gracias a la iniciativa Niñas con Igualdad de Plan International. A través de este proyecto, niñas de diferentes latitudes del país son capacitadas para ser líderes de sus comunidades y asumen simbólicamente puestos de liderazgo en diversas organizaciones por un día.
Estos casos nos muestran que la articulación entre actores públicos y las empresas, priorizando la educación y con un enfoque que tome en cuenta factores culturales, geográficos y económicos, son una vía para cerrar las brechas de género en nuestro país.