Los deportistas peruanos tuvieron una excelente participación en París. Una medalla de bronce –la primera presea en 32 años–, gracias al velerista Stefano Peschiera, y cinco diplomas –se otorgan a quienes quedan del puesto 4 al 8–, además de desempeños destacados en otras pruebas, reflejan que los nuestros fueron preparados para competir con la élite del deporte mundial.
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Y el público lo ha reconocido: en redes sociales, la palabra más usada no fue “Felicitaciones” sino “Gracias”. Es que, como nunca antes, fue posible ver a los olímpicos peruanos, ya sea vía el canal ATV o el streaming de Claro Sports, y constatar que estuvieron muy cerca del nivel de deportistas de países que, desde sus etapas formativas, han recibido mucho más apoyo estatal y privado. Esto hace más destacables los resultados de los nuestros, pues en el Perú no existe una política deportiva programática de mediano y largo plazo.
Sí hubo un esfuerzo de planificación cuando Lima recibió la sede de los Juegos Panamericanos 2019, y el Instituto Peruano del Deporte (IPD) trabajó para que los deportistas nacionales hicieran un buen papel. Y lo lograron. Pero la pandemia y la inoperancia del régimen Castillo-Boluarte se trajeron abajo lo avanzado. En lo que va de dicho periodo gubernamental, el IPD ha tenido nada menos que siete presidentes. El número seis fue reemplazado en junio, un mes antes del inicio de París 2024 –ha sido vinculado en los nombramientos promovidos por el hermano de la presidenta Boluarte–.
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El recordado Arturo Woodman estuvo al frente del IPD en dos periodos, 2004-2005 y 2006-2011, tiempo que para los estándares actuales sería récord nacional. Uno de sus principales aportes fue el Programa de Mecenazgo Deportivo, diseñado para que las empresas auspicien a deportistas de alto rendimiento a cambio de beneficios tributarios, pero que al ser convertido en ley, el 2016, perdió atractivo porque se hizo más burocrático. Es claro que los recursos públicos no son suficientes. Este año, el IPD tiene un presupuesto de S/ 93 millones para repartir entre 56 federaciones y la Asociación Paralímpica, cuyos respectivos Juegos se inician el 28 de agosto. Y salvo excepciones, el sector privado no auspicia a quienes recién empiezan a destacar.
El deporte inspira, crea identidad y refuerza valores como disciplina, esfuerzo y perseverancia. Pero no en todos. Aunque la Presidencia, el Minedu y el Congreso intenten “subirse a la vela”, no podrán revertir la percepción del público. Es que estamos viendo, también en vivo y en directo, sus despropósitos.
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