Lo ocurrido el domingo pasado en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez (AIJCH) es una muestra más de las deficiencias de Corpac para cumplir con el trabajo que le corresponde. Y no es un hecho aislado. Entre los sucesos que involucran a la empresa estatal está la colisión de un avión contra un camión de bomberos que dejó tres fallecidos y, hace pocos meses, los numerosos retrasos y cancelaciones de vuelos que afectaron a 6,000 pasajeros ocurridos en parte por la presión que el sindicato de controladores aéreos ejerció en ese momento.
La falla eléctrica que inutilizó la pista de aterrizaje del AIJCH, y que ocasionó la cancelación de 128 vuelos y afectó a 8,500 pasajeros, es un reflejo de los pasivos que se arrastran en la administración de Corpac. El más grave, sin duda, es la falta de un plan de contingencia ante una eventualidad que ha afectado, y podría afectar nuevamente (ver informe en páginas 2 y 3) , al terminal aeroportuario más importante del país, por donde pasa casi la totalidad de los vuelos internacionales.
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Como señala la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI), la infraestructura debería contar con un sistema de cables redundante, por tratarse de un activo crítico. ¿Cómo puede ser excusable que el principal terminal del Perú carezca de un respaldo que es fundamental?
El presidente de Corpac, José Luis Barrios, ha reconocido que el hecho es atribuible a su entidad y que se harán revisiones con mayor frecuencia. Sin embargo, ello no basta para calmar la inquietud y preocupaciones sobre un servicio en el que, ante eventualidades, se pone en juego la seguridad de los usuarios. Es necesario que se disponga de un plan detallado que sea comunicado adecuadamente y que de seguridad tanto a pasajeros como aerolíneas.
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De igual manera, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y Lima Airpot Partners (LAP) deberían oír y hacer caso a la solicitud de AETAI y Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) para posponer la fecha de entrega del nuevo terminal del AIJCH, prevista para diciembre, hasta el 30 de enero del 2025. Esto debido al incremento del flujo de viajeros por las fiestas de fin de año.
También debería tomarse en cuenta que se espera la llegada de numerosos visitantes y líderes en los próximos meses, y sobre todo en noviembre, en el marco de los eventos del Foro APEC (entre ellos el presidente de China, Xi Jinping). Así, la operatividad del AIJCH deberá estar garantizada al 100%. La imagen del país ante el mundo no puede correr más riesgos.
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