El titular del MEF, José Arista, confía en que se alcanzará la meta de déficit fiscal para este año (2% del PBI). Es un objetivo bastante ambicioso, habida cuenta que el año pasado ese indicador cerró en 2.8% del PBI, principalmente por la caída de la recaudación de impuestos –que fue provocada por la recesión–, ya que por el lado del gasto, el débil incremento de la inversión pública terminó evitando un desequilibrio fiscal mayor. Pero si se espera un rebote del PBI, se podría concluir que la recaudación tributaria también rebotará, aunque no en magnitud suficiente para recuperar la caída del año pasado.
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En suma, habrá que actuar en ambos frentes: reducir el gasto público y aumentar la recaudación. Arista ha anunciado que se “podarán” gastos no relevantes, entre ellos compra de vehículos y de combustibles, y las famosas (o infames) consultorías, en las cuales las entidades del Estado gastaron S/ 6,000 millones el 2023, según la Contraloría. Otro desafío de Arista, y del Gobierno de Dina Boluarte en conjunto, es evitar que el Congreso apruebe más leyes que autoricen aumentos de remuneraciones a servidores públicos –sin tener en cuenta ningún análisis técnico ni las estrecheces presupuestarias–. Además, será clave dejar de crear exoneraciones tributarias.
Por el lado de la “cosecha”, Arista ha señalado que el objetivo será elevar la recaudación tributaria en un punto porcentual del PBI y recuperar algo de lo perdido. En el 2022, la recaudación tributaria equivalió a 17.2% del PBI, pero el año pasado bajó a 15.3% del PBI. Para lograr que la recaudación levante cabeza, además del aumento que provocará el rebote de la economía –Arista predice que la reactivación propiamente dicha comenzará en el segundo semestre–, se tendrá que reforzar la labor de la Sunat. El cambio del jefe de la entidad, concretado el 14 de marzo, se debió en parte a que la entidad estaba operando en “piloto automático”.
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Su nuevo titular, Gerardo López, ha ofrecido que se pondrá en la mira a los grandes patrimonios en el Perú y el extranjero. También se ha retomado la idea de gravar con el IGV a los servicios de streaming de video y música (como Nextlix o Spotify). En vista de que se necesitará sumar por donde se pueda, el alza del ISC a licores y cigarrillos ayudará, lo mismo que el inicio del cobro de impuestos a las empresas de apuestas online. El proceso de inscripción de estas plataformas culminó la semana pasada. Está por verse si la anunciada simplificación de regímenes impositivos también tendrá un efecto positivo sobre la recaudación.