OPCIONES. La fuente de abastecimiento hídrico es un aspecto crucial en muchos tipos de inversiones, desde las obvias como agricultura, acuicultura y vivienda, hasta el grueso de ramas manufactureras y, por supuesto, la minería. En este sector, el agua es un elemento clave, pues es usada en los diversos procesos productivos, y también es el principal motivo de conflictos entre las empresas y el Estado, por un lado, y las poblaciones aledañas a los yacimientos, por el otro –apoyadas por grupos ambientalistas y, en ocasiones, por personajes que solo buscan réditos económicos o políticos–.
Se suele achacar a la minería la contaminación de ríos y lagunas, la filtración de aguas sucias en los acuíferos y el desvío de aguas, pero estos y otros problemas son causados por la extracción ilegal e informal. La minería mediana y grande, en cambio, está sujeta a una regulación estricta y a un constante monitoreo. Ahora es posible conocer qué tipo de fuentes hídricas se utilizarán antes del inicio de operaciones, pues esa data se incluye en el informe anual del Ministerio de Energía y Minas (Minem) sobre la cartera de proyectos mineros.
Es que el acceso al agua es uno de los primeros aspectos en definirse. En total, existen 48 proyectos (por US$ 57,772 millones) en alguna de las cuatro etapas de desarrollo: prefactibilidad, factibilidad, ingeniería de detalle y construcción, y 33 ya tienen determinada su fuente de abastecimiento. A destacar que cinco utilizarán agua de mar, lo cual se enmarca en la tendencia de aplicar prácticas verdes en el sector. Uno de ellos es el satanizado proyecto Tía María.
De los 15 que no especifican qué fuente hídrica usarán, 12 recién están realizando sus estudios de prefactibilidad y tres, los de factibilidad, es decir, aún se hallan en las etapas iniciales. Llama la atención que el restante, Pampa de Pongo (hierro, US$ 2,200 millones, Arequipa), no haya informado qué fuente usará pese a que ya elabora su ingeniería de detalle. Es necesario que el Minem explique esta aparente omisión.
Según la Autoridad Nacional del Agua, la minería solo usa el 1.7% del agua consumida en el país. Sin embargo, además de la cantidad, hay que incidir en la gestión eficiente del recurso. En la medida que desde la fase primaria de los proyectos se conozcan los puntos sensibles, en este caso el agua, se puede anticipar si pueden o no haber problemas. Por ello, la información detallada de la cartera de proyectos mineros es de gran relevancia.