Situación Crítica. El Perú es principalmente un país informal. Sin embargo, los ingresos del Estado dependen en mayor medida de las empresas formales, aquellas que, según la norma, durante este periodo de cuarentena deberán seguir pagando remuneraciones, pues los trabajadores que no estén laborando desde casa están bajo la figura de licencia con goce de haber. A pesar de lo establecido en la ley, una encuesta realizada por la Cámara de Comercio de Lima evidencia que solo el 44% de las compañías puede resistir 15 días sin operar y aun así cumplir con el pago a trabajadores, proveedores y acreedores. Peor aún, un 23% advierte que solo podía soportar siete días en esa condición.
Si bien las medidas aprobadas con carácter de urgencia aseguran el ingreso de los trabajadores formales durante la cuarentena, el Gobierno ya debe contemplar acciones para que la compañías formales aseguren su continuidad y con ello el empleo de millones de peruanos —que a la vez son la base de ingresos para otros millones de trabajadores independientes e informales— una vez terminada la misma. Evaluaciones iniciales del MEF hablan de más de un millón de trabajadores en riesgo de perder sus empleos entre la micro y pequeña empresa, y seguramente se tendría que añadir un número similar entre la mediana y la gran industria.
Tanto el equipo de especialistas del BCR como los del sector privado, liderados por el MEF, que están buscando medidas para asegurar la liquidez de las empresas, deben tener en cuenta el tema laboral y plantear propuestas que implican reducir las obligaciones laborales.
Así, por ejemplo, se podría diferir el depósito de la CTS de mayo y setiembre para el próximo año sin generar intereses (solo si el trabajador es despedido antes, la empresa deberá realizar el pago); suspender temporalmente beneficios extralegales que algunas empresas pagan como bonos o gratificaciones extraordinarias; pagar la utilidad legal del año 2019 de manera fraccionada y/o suspender por seis meses los aportes a Essalud, monto que podría ser asumido por el Estado
También se debería permitir a las empresas reducir horas de trabajo y reducir sueldos de manera proporcional, otorgar licencia sin goce de haberes o rebajar la remuneración temporalmente.
Cualquier medida de este tipo tendría como finalidad minimizar la posibilidad de despidos, seguramente en algunos sectores serán imposibles de evitar, pero mientras menos sean los trabajadores impactados, menor también será la afectación a toda la economía.
Si bien la crisis sanitaria es el problema de hoy, es necesario pensar en el Perú después del 12 de abril.