INVERSIONES. Cuando el presidente Pedro Castillo señala que se busca deslegitimar al Gobierno o afectar la gobernabilidad no debería mirar solo hacia el Congreso o a sus opositores políticos, quizás sería más eficiente estar atento a lo que sucede dentro de su Gabinete, pues las contradicciones que allí se generan son las que perjudican al país.
Una muestra de ello es lo que está sucediendo en el caso de la mina Quellaveco. Hace unas semanas el Ministerio de Energía y Minas (Minem) anunció el otorgamiento de la autorización para la operación comercial de dicho proyecto y destacó que se trata no solo de la mayor inversión minera en el Perú, sino que en esta nueva etapa generará 2,500 empleos y que podría generar un crecimiento de aproximadamente 15% en la producción de cobre nacional.
Sin embargo, pocos días después, esta buena noticia fue empañada con un comunicado del Ministerio de Agricultura (Midagri), el cual informaba la conformación de una mesa técnica que evaluaría la licencia para el uso de agua, que posee la mina Quellaveco, decisión que se tomó luego de que la titular de Agricultura, Patricia Ocampo, y el asesor presidencial Alberto Mendieta se reunieran con autoridades y legisladores de la provincia de Islay.
Si existía alguna duda o cuestionamiento, ¿no era mejor discutirlo al interior del Gabinete o en una reunión entre la ministra de Agricultura y la de Energía y Minas? ¿No existe coordinación al interior del Gabinete? ¿Por qué el presidente Castillo no se ha pronunciado?
La ministra de Energía y Minas, Alessandra Herrera, ha tenido que salir a aclarar que la mina cuenta con todas las autorizaciones que están previstas en el marco jurisdiccional vigente para su desarrollo y que no ha faltado ningún tipo de socialización (ver página 12). Sin embargo, estas contradicciones al interior del Gobierno generan desconfianza e inestabilidad, factores que perjudican el intento que algunos ministros, como el de Economía o la del Minem, están realizando para tratar de sacar adelante algunos de los grandes proyectos de inversión pendientes.
El BCR ha advertido que de paralizarse el proyecto Quellaveco, el crecimiento del PBI caería de 3% a 2.7% este año, y si la economía no crece tampoco lo harán los empleos y, por consiguiente, el país no podrá recuperarse. Herrera ha insistido en que su principal trabajo es el desarrollo de la actividad minera y el posicionamiento de la misma, pero este tipo de decisiones es una mala señal para generar un buen clima de inversiones.