Editorial de Gestión. Lo crucial es fomentar la inclusión de la agricultura familiar en la economía de mercado. (Foto: GEC)
Editorial de Gestión. Lo crucial es fomentar la inclusión de la agricultura familiar en la economía de mercado. (Foto: GEC)

RETOS. De las primeras seis leyes promulgadas por el presidente Francisco Sagasti, el lunes de la semana pasada, cuatro tienen que ver directamente con el sector agropecuario. Se trata de la incorporación de los mercados itinerantes en la promoción de los mercados de productores, la creación de una plataforma digital para la comercialización de cosechas, la creación del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, y la rehabilitación y conservación de andenes.

Días antes, el Congreso –bajo la presidencia de Mirtha Vásquez– había promulgado por insistencia otras dos: la construcción de una represa en Pisco y la que norma las compras estatales de alimentos con origen en la agricultura familiar. Por si fuera poco, el viernes promulgó otra: la promoción y difusión del consumo del café peruano. Quien necesitará estimularse con buenas dosis de cafeína, para comenzar a materializar lo que por ahora solo figura en el boletín de Normas Legales, es el nuevo ministro del sector, Federico Tenorio.

La ley más relevante, dado que engloba la ejecución de la política agraria, es la que crea el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (de ahora en adelante, Midagri), que reemplaza al Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri, nombre que databa del 2013). Una de las impulsoras del cambio fue la exministra Fabiola Muñoz, en su corta gestión al frente del Minagri (marzo-setiembre 2019), quien argumentó que los ejes centrales serán la agricultura familiar y los servicios agrarios. Pero un documento titulado “Política Nacional Agraria”, de marzo del 2016, consensuado con los gobiernos regionales, ya priorizaba esos asuntos.

Es positivo (y necesario) darle mayor importancia a la agricultura familiar, pues representa el 97% de los más de 2.2 millones de unidades agropecuarias del país y, en general, es la que enfrenta más dificultades para modernizarse y acceder al crédito y a información de mercados. Pero asignarle un viceministerio no asegura su desarrollo, sino la implementación de políticas públicas que no estén solamente centradas en un papel protector del Estado.

Lo crucial es fomentar la inclusión de la agricultura familiar en la economía de mercado, poniendo énfasis en aspectos que dinamicen su actividad, como la asociatividad –algunas de las nuevas leyes van en esa dirección–. El reto para el ministro Tenorio será, además de fortalecer agencias como Senasa e INIA, acercar su trabajo a las unidades productivas de menor tamaño y mostrar resultados iniciales de esa reorientación de la política agraria.


TAGS RELACIONADOS