CIFRAS. Los recientes análisis de dos entidades públicas autónomas corroboran que la economía peruana se encuentra en una situación más débil de lo previsto. El Consejo Fiscal (CF) actualizó con cifras a septiembre el informe que emitió en agosto en torno a las proyecciones preliminares del Marco Macroeconómico Multianual (MMM) para el periodo 2024-2027, elaborado por el MEF. En ese entonces, el CF consideró que la proyección de crecimiento del PBI para este año era “demasiado optimista” –el MEF recapacitó y la redujo de 1.3% a 1.1%–, pero ahora señala que la del 2024 “aún muestra sesgo optimista”.
El MMM calculó que el PBI del próximo año crecerá 3%, con base en supuestos que van desde el efecto estadístico –la base de comparación será baja– hasta una mejora de la demanda interna, impulsada por el gasto privado, y una “disipación” de los conflictos sociales, entre otros. Pero el CF precisa que factores como el bajo nivel del ahorro privado harían que la recuperación del gasto privado tarde más de lo previsto. También subraya riesgos como la persistencia pesimista de las expectativas de los agentes económicos, la ocurrencia de nuevas paralizaciones mineras debido a conflictos sociales y el deterioro del entorno externo.
Es que en un contexto tan volátil, en el que la incertidumbre sobre el corto plazo supera con creces a las certezas, lo recomendable es hacer proyecciones con base en supuestos prudentes. Con sus predicciones “color esperanza”, el MEF está poniendo en entredicho su credibilidad. Por ejemplo, pronosticó que la economía comenzaría a reactivarse el segundo semestre, pero el PBI de julio fue negativo. También hay que considerar que la proyección de expansión del PBI del 2024 sirvió como base para el cálculo del correspondiente Presupuesto Público, y si no se ajusta a la realidad, tampoco lo están sus cifras de ingresos tributarios y, por consiguiente, de gasto público.
La otra entidad que analizó la situación económica fue el BCR: los indicadores adelantados y de expectativas sobre la economía en septiembre “muestran un deterioro frente al mes previo”. Agrega que los choques derivados de los conflictos sociales y El Niño costero han tenido un impacto mayor al esperado. En vista de que las expectativas inflacionarias se mantienen ancladas, el BCR decidió reducir su tasa de interés por segundo mes consecutivo (ahora está en 7.25%). Esto abaratará en algo el crédito, lo cual impulsará el consumo. Quizás esta medida termine siendo más útil para impulsar la inversión de empresas y familias que los anuncios del Gobierno.