CADE. A partir de hoy se inicia la edición 61 de la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE), bajo el lema " Volver a creer, volver a crecer”, teniendo en claro que una de las causas de la situación económica que hoy atraviesa el país tiene que ver con la falta de confianza del sector privado para generar inversión, impulsar el empleo formal y acelerar el crecimiento.
Esa falta de confianza se fundamenta en la endeble situación política que desde hace ya varios años se vive en el Perú y que se agravó a partir del 2021, y que, lamentablemente, no muestra visos de solución en el corto plazo pues desde el sector político –partidos y bancadas– es poco o nulo el compromiso por las reformas de largo plazo que se necesitan, agravado con la inseguridad que se vive en todos los rincones del país.
Siendo así, los empresarios deberían pensar menos en las oportunidades y acciones que puede impulsar el Estado para recuperar el crecimiento de la economía y más en lo que se puede hacer desde el sector privado, ponerse metas y cumplirlas. Un punto a favor de esta mirada es que algunas de las ponencias van en ese sentido, como la titulada “Activar el país desde el sector privado” o “Tendencias y comportamientos que está adoptando el sector privado en el mundo, para sacar adelante a un país y encaminarlo al desarrollo”.
Sin embargo, la experiencia pasada ha dejado en evidencia que cuando, desde la CADE, los empresarios han intentado dar un paso más allá de las declaraciones y establecer una lista de compromisos concretos en sectores clave cuyos avances se iban a presentar en cada conferencia, (como sucedió en la edición del 2013), el esfuerzo no dura más de un año. Tan solo el 2022 se aplaudió el compromiso asumido entre la Confiep y la CGTP, quienes presentarían un proyecto de ley para modificar la forma en que se elige al Directorio de Essalud, propuesta que no vio la luz.
Mercedes Aráoz en la edición de hoy (página14) sostiene que la CADE debe traer sobre la mesa los temas tratados en ediciones pasadas y revisar los resultados de cada propuesta. “Hay que decir: ‘a esto nos comprometimos y estos fueron los resultados, el KPI, el indicador’”. Ese es el compromiso que desde estas líneas esperamos del sector empresarial, sería ideal que el 2024 en la siguiente edición de la CADE podamos haber aumentado nuestra fe y que esta conferencia se convierta en algo más que solo buenos propósitos.