Deputy Country Manager y VP Comercial, Regulación y Asuntos Corporativos ENGIE Energía Perú
Haciendo alusión a la célebre frase del investigador Antonio Raimondi, el Perú es conocido por ser un país privilegiado por sus recursos naturales. Nuestros minerales, el gas natural, la harina de pescado, la agroexportación son los recursos que más resuenan en el mundo.
Sin embargo, no resulta evidente para todos los peruanos que contamos con sol, viento y otras fuentes renovables que nos colocan en una posición competitiva a nivel mundial para producir energía. Estamos sentados sobre un banco de energía que se debe poner en valor para todos los peruanos.
El Perú posee un potencial de ~120,000MW de recursos renovables. La generación solar (5-7 kWh/m2) al canzaría ~25,000MW de recurso disponible, pero solo aprovecharíamos el 1.2%. La generación eólica (5 kWh/m2) alcanzaría 22,000MW de recurso disponible, del cual usamos alrededor del 1.9%.
La transición energética es un pilar para cerrar las brechas eléctricas en el país y para contribuir con la carbononeutralidad global al 2050. El Perú tiene todos los elementos para escalar a un sector energético seguro, de calidad, confiable, eficiente y sostenible con el medio ambiente.
El cambio climático traerá al Perú mayores desafíos en torno al recurso hídrico, del cual proviene más de la mitad de la generación eléctrica. El impulso de generación renovable no convencional jugará un rol fundamental en la mitigación de los cambios, brindará mayor autonomía y resiliencia energética.
La oportunidad para convertirnos en un país con una matriz renovable descentralizada y en un exportador energético depende de la creación de una nueva cadena productiva. Desarrollar la infraestructura de generación, transformación, almacenamiento y transporte de energía que nos permita sacar el máximo provecho de las condiciones naturales que posee el Perú.
Un importante desafío para la transición en el Perú es alcanzar un equilibrio razonable entre las diversas fuentes de energía (convencionales y renovables). Para resguardar la resiliencia del sistema, es clave que el ingreso de renovables sea acompañado y respaldado por centrales a gas natural.
En esta línea, el desarrollo de servicios complementarios es clave para acompañar el incremento de renovables. Estos servicios brindarán estabilidad y flexibilidad permanentemente al sistema.
Asimismo, es prioritario agilizar la entrada en operación de los proyectos del Plan de Transmisión. Urge un cambio normativo y de gestión para acelerar las licitaciones y adjudicación de las inversiones. Sin el desarrollo rápido de la transmisión en el país, es imposible poner en valor el potencial energético.
Por último, el hidrógeno verde se presenta como un vehículo para que el Perú exporte energía al mundo. Las Energías Renovables de bajo costo determinan la competitividad del hidrógeno verde como un vector energético limpio y flexible. El Perú tiene todas las condiciones para producir energía renovable competitiva, transformarla y exportarla al mundo en el vector de hidrógeno verde.
El conjunto de elementos descritos en estos párrafos llevaría al Perú a alcanzar un futuro donde los peruanos nos beneficiamos de bajos costos de electricidad, descarbonizamos nuestra economía y contribuimos con otras geografías a reducir sus emisiones.
Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor.