Gerente de Desarrollo de Canales - Arca Continental Lindley
Han pasado más de 280 días desde que empezó el estado de emergencia por el COVID-19 y hemos visto como la digitalización ha ido ganando terreno en los diferentes canales ante los cambios del consumidor.
Esta transición inevitable ha alcanzado también a los negocios más tradicionales: bodegas y restaurantes de barrio, que han aprendido que una rápida adaptación se traduce en mayores ventas; aunque, sin duda, no ha sido un camino fácil.
Este cambio hacia lo digital se ha manifestado principalmente a través de los procesos de venta, compra, cobro y publicidad. Resulta ahora usual, por ejemplo, que las bodegas se comuniquen vía WhatsApp para promover pedidos por delivery o que los restaurantes atiendan a sus comensales a través de códigos QR que los redirigen a cartas virtuales.
El contacto con proveedores también se ha trasladado a las aplicaciones, donde encuentran opciones de pago electrónico. Y la publicidad de sus negocios ha encontrado un aliado clave en las redes sociales.
Este parece ser un camino sin retorno, y solo aquellas compañías que adopten la innovación tecnológica como parte de su cultura corporativa, como un valor internalizado, son las que van con ventaja y las que mejor preparadas van a estar para responder asertivamente en los distintos frentes, principalmente el comercial.
Asimismo, estas compañías ágiles son las llamadas a seguir acompañando en esta transición con capacitación y asistencia técnica a los emprendedores de su cadena de valor con el fin de desarrollar su presencia digital y brindarles mayores oportunidades de venta.
Una muestra positiva de lo mencionado son las diferentes escuelas virtuales que se crearon para reactivar los negocios y hoy se potencian con contenido de valor. Este es uno de los motivos que nos empuja a salir adelante y lo venimos haciendo hace 110 años.
Este tipo de cooperación que tiene resultados positivos demuestra que las compañías deben ser cercanas a sus socios estratégicos y deben ir de la mano hacia la nueva normalidad. Si no es así, serán los propios consumidores los que buscarán otros canales para satisfacer sus necesidades.
Estoy convencido de que toda crisis trae oportunidades y en este caso fue la rápida adopción de la tecnología por parte de los pequeños negocios tradicionales, lo que generó mayores oportunidades de crecimiento. Y como siempre, poner al consumidor en el centro de todas las decisiones, desde la visión de la empresa y desde los socios. Esto es algo que no cambiará.