1En menos de cuatro semanas, de acuerdo con el artículo 118 de la Constitución, la presidenta Dina Boluarte deberá dirigir su primer mensaje a la nación de 28 de julio. Para entonces, a la señora Boluarte le quedarían 36 meses de Gobierno, periodo superior al que tuvieron sus cinco últimos predecesores: Kuczynski (20 meses), Vizcarra (31 meses), Merino (0.2 meses), Sagasti (8 meses) y Castillo (16 meses). El promedio en el poder de los cinco presidentes que la precedieron fue de 15.2 meses; ella podría llegar a casi 44, más del doble –casi el triple– que la media de sus antecesores inmediatos.
2 Por lo tanto, es razonable esperar, exigir, que la presidenta cumpla con el mandato constitucional de presentarnos una “exposición detallada de la situación de la República y las mejoras y reformas que la presidenta juzgue necesarias y convenientes para su consideración por el Congreso” (artículo 118, inciso 7). Si la presidenta Boluarte permanecerá en el poder por tres años más, debe exponernos un plan de Gobierno razonable. Ya no se trata de sobrevivir en medio de la turbulencia y crisis polítca que caracterizó a los primeros meses de su Gobierno, ahora es necesario plantearnos a los peruanos una ruta clara de adónde quiere llevarnos.
3 Entonces, Sra. Boluarte, ¿a dónde nos quiere llevar? Necesitamos un mensaje claro. Es hora de definiciones básicas que reduzcan la incertidumbre, fomenten la inversión y la reducción de la pobreza, además de enfrentar las pretensiones de aquellos que buscan socavar su Gobierno y el orden constitucional.
4 El gran problema: muchos de ellos fueron sus aliados políticos en un pasado no muy lejano. La plataforma política del lápiz se reduce a una propuesta mediocre, inconsistente y trasnochada. Y a usted, frente a ese lápiz, solo le queda “aplicar el borrador” y hacerlo de manera creíble. De lo contrario, fracasará o, en el mejor de los casos, pasará a la historia simplemente como la primera mujer en llegar a la presidencia, pero cuyo Gobierno dejó mucho que desear, y nada más.
5 Los retos son enormes, usted mejor que nadie lo sabe, señora Boluarte. Encabeza un aparato estatal disfuncional e ineficaz que –lejos de proveer los bienes y servicios públicos de calidad que la población demanda– constituye una fuente de frustración creciente para los peruanos. Y, como si esto fuese poco, usted llegó a la presidencia en un momento en que nuestra economía se había desacelerado y, aparentemente, no era capaz de seguir reduciendo la pobreza.
6 En efecto, tras el rebote pospandemia del 2021, las políticas del Gobierno de Castillo –del cual usted formó parte– llevaron a que la inversión se contraiga y la probreza aumente en el 2022. Pero eso no fue todo. Durante esos 16 meses de desgobierno, el aparato estatal y las políticas públicas sufrieron los golpes de la ineptitud, la deshonestidad y de no tener idea de qué es lo que el Perú necesitaba.
7 No se trata, Sra. Boluarte, de definiciones ideológicas. Déjeles esas discusiones bizantinas a los académicos y a los opinólogos. Lo suyo debe ser gobernar con sentido común y de manera transparente. A la mayoría de peruanas y peruanos no les interesa si usted es de izquierda o de derecha, lo que nos interesa es constatar que hay más puestos de trabajo, que nuestros salarios aumentan por el incremento en la demanda por mano de obra, que los servicios públicos funcionan y que podemos atender nuestras necesidades básicas.
8 Por eso, estimada presidenta, vaya pensando en su discurso de 28 de julio. ¿Qué nos dirá a los peruanos? No le dedique mucho tiempo a un recuento de sus logros, porque la verdad es que –tras los meses iniciales de turbulencia social y estabilización política– no ha tenido mucho tiempo para desarrollar un programa de Gobierno que nadie en su sano juicio le podía exigir.
9 Ahora, habiendo supuestamente estabilizado su Gobierno, explíquenos cómo fomentará la inversión y reducirá la pobreza. Por favor, anuncie medidas concretas (destrabe de megaproyectos agrícolas, mineros y de infraestructura; es más fácil de lo que cree). No se olvide del fenómeno de El Niño y las medidas para mitigar sus efectos destructivos (esto no puede estar ausente). ¿Qué iniciativas planteará para reformar el sector público a fin de que este sea eficaz y eficiente, especialmente para atender a la población más vulnerable? Nuevamente, anuncie medidas concretas (anemia, salud pública, seguridad ciudadana son solo algunos de los temas por incluir). En el frente institucional, ¿qué propuestas presentará o apoyará que estén dirigidas a fortalecer el sistema democrático y la administración de justicia? ¿Qué acciones claras anunciará en materia de lucha contra la corrupción? ¿Fortalecerá su gabinete ministerial y la capacidad de gestión del Gobierno? En fin, mire al futuro y ayúdenos a volver a creer que tenemos un futuro con paz, justicia y prosperidad.
10 Los peruanos necesitamos volver a creer en nuestra clase política y en nuestras autoridades. Su discurso del 28 de julio debería apuntar a ser un punto de inflexión en este camino. Ojalá que lo sea.