Alonso Ibarra Rake, Gerente Adjunto Industry Affairs de IATA Perú y Bolivia
La aviación es un servicio esencial que no tiene un sustituto idóneo por ser el medio de transporte más rápido y seguro para que los usuarios puedan llegar de un punto a otro. Si bien la geografía del país es muy diversa y rica, también lo es que es compleja y accidentada. Por tal motivo, y teniendo en cuenta que las tarifas de los pasajes aéreos son realmente competitivas, debemos promover que más peruanos puedan acceder a transportarse en avión.
Según cifras del MINCETUR, en el año 2011, fueron transportados vía aérea 18 millones de pasajeros. No obstante, para el año 2019 (previo a la crisis producto de la pandemia), se llegó a alcanzar los 40 millones. Dicha notable evolución en cuanto al incremento de viajeros fue posible, principalmente, por el modelo de tarifas ofrecidas por las líneas aéreas a nivel global y la llegada de nuevas empresas al mercado peruano, quienes explotaron un modelo basado en la flexibilización y personalización de las mismas. Ello, sin duda favoreció a que tengamos una conectividad nacional e internacional nunca antes vista.
Es justamente por el desarrollo del modelo mencionado que la industria aérea peruana se fue volviendo más competitiva y; por ende, se pudieron brindar a los usuarios tarifas cada vez más accesibles, logrando, en el periodo mencionado, una reducción promedio en los precios de los pasajes de casi 40%, tanto en vuelos nacionales como internacionales.
No quedan dudas, entonces, de que el servicio de transporte aéreo se ha democratizado gracias a su modelo actual, el cual ha permitido que más personas puedan hacer uso de este medio de transporte en el en el Perú. De hecho, estamos hablando de casi un millón de nuevos viajeros al año desde el 2016.
Sin embargo, en el último tiempo, se han presentado ciertas iniciativas legislativas que, sumadas a la sobre regulación del sector aeronáutico que hoy existe, pretenden modificar la manera en la que se maneja la industria sin ningún análisis técnico que las respalde y sin considerar el bien común, pues, además de violar los derechos constitucionales de las empresas, pero sobre todo de los consumidores, generarán un incremento en las tarifas aéreas. Si se afectan las condiciones en las que opera el mercado hoy en día y de esa forma, los más perjudicados seremos todos los peruanos, ya que se encarecerían las tarifas como en épocas pasadas y ya no podremos viajar como estamos acostumbrados.
Sin perjuicio de lo anterior, un gran número de esas compañías que habían vuelto más competitivo el sector y también habían traído consigo más puestos de trabajo, se verán en la obligación de replantear la rentabilidad de sus negocios y, posiblemente, buscar nuevos mercados que sí les permitan operar con estabilidad jurídica y a largo plazo.
La problemática es real y clara. El desafío para contribuir a que más peruanos sigan viajando es promover una industria moderna y más competitiva, sin tanta regulación populista. Solo así las personas serán verdaderamente beneficiadas y podrán usar este servicio esencial como lo es el transporte aéreo.