Alfredo Nuñez Contreras, Chairman y CEO de Sof.ia
La verdadera inclusión financiera se logra alcanzando el bienestar financiero. Es decir, cuando una persona puede satisfacer sus obligaciones financieras actuales y en curso, lo cual le permite sentirse segura de su futuro financiero y es capaz de tomar decisiones para disfrutar de la vida.
Según el último Global Findex del 2021, el % de cuentas bancarias abiertas llegó a 75% en LAC y 57% en el Perú, versus el 2014 que estaban en 55% y 41%, respectivamente. Si bien aparenta ser un aumento significativo, ese indicador puede llevarnos a una conclusión equivocada. Por ello, debemos sumar al análisis el % de cuentas activas, en donde la historia es muy diferente. En LAC el % de cuentas activas pasó de 47% a 50% y en el Perú de 36% a 37%. En ese sentido, en 7 años podríamos concluir que este indicador no se movió realmente.
Vemos entonces que desde hace varios años existe una brecha entre cuentas abiertas y cuentas activas y, de hecho, la brecha se ampliado más de 3 veces en LAC y más de 4 veces en nuestro país. Además, vale recordar que la confianza en el sistema financiero no es de las mejores, siendo solo 29% en LAC y 38% en el Perú.
Sin embargo, hay diversas maneras que nos llevarían a lograr la tan ansiada inclusión financiera. Y el paso más importante es la unión de los actores del sistema en un modelo de coopetición (colaboración y competencia). Las entidades financieras tradicionales tienen mucho por mejorar para devolverle la confianza a las personas respecto al sistema financiero, las crudas cifras mencionadas así lo demuestran.
Se necesitan hechos concretos y no solamente buenas intenciones. Por ello, las organizaciones que forman parte del sistema financiero deben promover que su ecosistema sea cada vez más abierto y donde se comparta sostenidamente contenido de valor para los consumidores.
Ese es el desafío, promover la coopetición y la educación financiera. Solo así los peruanos podrán tomar decisiones financieras acertadas. Sin duda hay bastante por hacer en la materia y todos los actores del sistema, regulados y no regulados, deben trabajar en conjunto. Ello, con el fin de lograr la verdadera inclusión financiera que los peruanos añoran.