“Un camino para para potenciar la productividad y el bienestar de las pequeñas unidades agropecuarias es insertándolas en las cadenas de valor de la industria nacional”
“Un camino para para potenciar la productividad y el bienestar de las pequeñas unidades agropecuarias es insertándolas en las cadenas de valor de la industria nacional”

Pablo Querol

Vicepresidente Legal & Asuntos Corporativos de Backus ABInBev

Hoy, que los trabajadores y las trabajadores del campo conmemoran su día, es un buen momento para reflexionar sobre los desafíos del desarrollo rural y la pequeña agricultura familiar, que seguramente serán una prioridad nacional en los próximos años. Los expertos en el sector mencionan como retos largamente pendientes la asociatividad, el fortalecimiento de capacidades técnicas y la inclusión financiera y tecnológica como limitantes para que este sector, que da empleo a 4 millones de peruanos, termine de explotar sus potencialidades, basadas en la privilegiada diversidad biológica y climática del país.

En ese contexto, un camino para para potenciar la productividad y el bienestar de las pequeñas unidades agropecuarias es insertándolas en las cadenas de valor de la industria nacional. Es algo que a nivel global conocemos bien, pues nuestro negocio es una agroindustria, pues adquirimos y procesamos insumos agrarios como cebada, arroz o trigo para la elaboración de nuestros productos. Y en el Perú también hemos encontrado una excelente oportunidad de desarrollar una cadena de valor agroindustrial local, al formular una nueva bebida, Golden, donde el protagonista es el maíz amarillo duro, que justamente surge como cultivo hace al menos 6,700 años en estas tierras. Esta bebida contiene en su fórmula un 80% de maíz, ingrediente valorado por el consumidor por su milenaria historia y su relación inseperable de la gastronomía peruana.

El maíz amarillo duro con el que producimos Golden viene hoy de agricultores de Barranca organizados en la Cooperativa Agraria Norte Chico (Coopanorte). Con el objetivo de desarrollar esta cadena agroindustrial, hemos asumido el compromiso de compra de más de 45 mil toneladas de maíz durante los próximos tres años, con un valor de S/ 50 millones. Pronto, las familias agricultoras de otras zonas del país, además de Barranca, podrán sumarse a esta cadena de valor.

La sostenibilidad es nuestro negocio y, por ello, no vemos a los agricultores solo como proveedores, sino sobre todo como socios estratégicos. Así, la otra cara del éxito de Golden es el despliegue de “Herederos del Campo”, un programa que busca trabajar con 600 agricultores en los desafíos que enfrenta la pequeña agricultura, articulados con el Midagri y con actores de la sociedad civil con amplia experiencia en el campo, como Cedepas Norte. Con estas instituciones, trabajamos en conjunto para incrementar la productividad y producción de los cultivos, fomentar y consolidar la asociatividad y gestión empresarial, y organizar y formalizar la comercialización de maíz amarillo duro.

Las industrias tenemos el desafío de seguir desarrollando cadenas de valor con propósito para articular a los trabajadores del campo. Ya vemos múltiples iniciativas, de empresas de todo tamaño y de diferentes sectores del consumo masivo, que aprovechan los insumos milenarios que ofrece el Perú, Así, productos del agro peruano como quinua, papa, yuca, camu camu, copoazú, cacao, café fresa, lúcuma, ajíes, uña de gato, uchuva y muchos otros encuentran nuevas maneras de llegar a las familias peruanas, transformados en bebidas alcohólicas y no alcohólicas, snacks, salsas, helados, postres o productos de belleza y cuidado personal. Con los herederos del campo no solo nos toca conmemorar hoy su legado, sino también construir juntos un futuro de prosperidad compartida.

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