Adolfo Guevara, Líder de la práctica de Aurys Consulting Perú
¿Es sostenible la agenda digital implementada en los últimos dos años en las empresas peruanas? ¿Qué desafíos tiene por delante en este 2023? De acuerdo al “Chequeo Digital”, publicado en el estudio de “Nuevos horizontes de transformación productiva en la Región Andina” del BID en Enero del 2023, la madurez digital alcanzada por las empresas Peruanas se encuentra muy por debajo del promedio de América Latina y Caribe.
Precisa que entre febrero 2021 y abril 2022, se habían registrado 10.383 MYPES, de las cuales 4.168 habían recibido diagnóstico digital. Los resultados indicaron que la distribución de las MYPES según su nivel de madurez digital es: 35,3% inicial, 46,4% novato, 17,3% competente, 1% avanzado y 0% en nivel experto.
¿Qué tan rápido, sistemático y significativo son los resultados alcanzados hasta este momento? Para asegurar velocidad, consistencia e impacto en los resultados, las empresas deben continuar con sus esfuerzos y abordar la digitalización como un proceso de transformación más allá de la simple incorporación de tecnologías desestructurada en los procesos.
Cada organización que inicie su digitalización deberá afrontar los siguientes desafíos de gestión:
1. Consensuar una visión y ruta para la digitalización de la operación: lograr un entendimiento común sobre qué es Digitalización, establecer el punto de llegada, hitos intermedios y beneficios esperados, entre otros.
2. Conseguir resultados rápidos desde los procesos: priorizar procesos a intervenir y verificar brechas a cerrar, identificar soluciones disponibles en el mercado, entender expectativas de las áreas usuarias, mantener un seguimiento y toma de decisiones cercana para asegurar resultados, entre otros.
3. Instalar los habilitadores necesarios para una operación digital: identificar las necesidades básicas de fortalecimiento de infraestructura TI, identificar y acercar a personas “digitales”, definir plan de digitalización de las personas, orientar la cultura hacia una “cultura digital”, entre otros.
4. Integrar la digitalización en los procesos actuales: influenciar para acelerar la adopción de la nueva forma de hacer las cosas, comunicar eficientemente logros, avances y resultados, entre otros.
Como toda transformación, este proceso debe ser ejecutado con rigurosidad además de ser aceptado y alineado en la organización. Para que esto ocurra se requiere de una clara definición de un objetivo ambicioso de llegada y un camino factible para alcanzarlo. Lo anterior se realiza mediante la definición de la Estrategia Digital, alineada con la estrategia del negocio, como condición fundamental para estructurar e impulsar el proceso de Transformación Digital de una compañía.