Yakarta
Yakarta

Filas interminables de vehículos atestan las calles de Yakarta, cuyo tráfico infernal ocupa los primeros puestos de las listas mundiales de congestión viaria tras años de pésima planificación urbana, un problema que podría aliviarse con la inauguración de la primera línea de metro a mediados de este mes.

La conurbación urbana que comprende la capital indonesia y los municipios de Tangerang, Bogor, Bekasi y Depok supera los 30 millones de habitantes, muchos de los cuales atraviesan Yakarta cada día en más de 10 millones de vehículos para acudir a sus trabajos.

Mientras el humo de los tubos de escape oculta el azul del cielo, a menudo sólo las motocicletas pueden avanzar entre el mar de coches y transporte público, siempre y cuando los vendedores de comida ambulante no invadan el arcén con sus carritos arrastrados a mano.

En el 2015, un estudio de la compañía de aceite de motor Castrol describió a la megápolis asiática como la ciudad del mundo con peores congestiones de tráfico.

Al año siguiente, el Índice de Tráfico de la compañía de sistemas de navegación TomTom otorgó a Yakarta el tercer puesto de la clasificación, tras Ciudad de México en primer lugar y Bangkok en el segundo, dos ciudades que, a diferencia de la capital indonesia, cuentan desde hace años con redes de metro.

El presidente del país, Joko Widodo, alertó en enero que el Estado pierde a causa de los atascos 65 billones de rupias (US$ 4,600 millones o 4,050 millones de euros) cada año y criticó la falta de integración de los organismos de transporte.

Para Fajar Triperdana, un joven que viaja a diario los cerca de 40 kilómetros que separan Bogor del centro de la capital, la situación actual es una consecuencia de la poca fiabilidad del transporte público y del prestigio social asociado al automóvil.

"La falta de interés del Gobierno en mejorar las condiciones del transporte público hizo que la gente viese la posesión de vehículos como algo indispensable", indica a Efe Fajar, que pasa cada día entre tres y cuatro horas montado en trenes de cercanías y mototaxis.

En la actualidad, el tren de cercanías y el sistema de autobús Transjakarta, que se inspiró en el Transmilenio de Bogotá, son la única válvula de escape ante los embotellamientos, mientras que las aplicaciones de transporte concertado Grab y Go Jek han mejorado la conectividad en la ciudad.

Sin embargo, el comienzo de operaciones el 14 marzo de la primera línea de metro (MRT) y de 5.6 kilómetros de vía de tren ligero (LRT) a finales de mes, ofrece un atisbo de esperanza a los habitantes de la capital, 26 años después de que se trazaran los primeros planes para construir este tipo de servicios.

El primer tramo del MRT (Lebak Bulus-Rotonda Hotel Indonesia) forma parte de la línea norte-sur que atravesará el corazón empresarial de Yakarta y se estima que será utilizado por unos 130,000 pasajeros cada día, según datos del organismo gestor del metro.

Frente a otras opciones como autobuses o vehículos propios, la duración total del trayecto de metro de casi 16 kilómetros será de 30 minutos, lo que puede acortar hasta en una hora el tiempo que se tarda actualmente en hacer el mismo viaje durante los momentos en que el tráfico está más congestionado.

Por su parte, el Transjakarta, que lucha con conductores que invaden sus carriles exclusivos y no cuenta con una vía propia en zonas alejadas del centro, es empleado cada día laborable por una media de 650,000 pasajeros, según datos del ministerio de Transporte para octubre del 2018.

En cuanto al primer tramo del LRT que conectará el norte de Yakarta con el este, será utilizado diariamente por cerca de 70,000 personas.

No obstante, muchos habitantes de la capital tendrán que esperar si quieren abandonar el empleo de sus vehículos, como es el caso de la danesa Hanna Muszynska, que vive junto a su familia en Tangerang, una zona alejada de las líneas de cercanías, y trata de adaptar sus horarios a las horas con menos tráfico.

"En mi coche tardo entre 30 y 40 minutos si salgo de mi casa a las 5 y media de la mañana, al volver tardo una hora si salgo de trabajar de Mega Kuningan (sur de Yakarta) a las 3 de la tarde", explica Muszynska.

Para la danesa, el nuevo metro "es una inversión a largo plazo y probablemente tarde varios años" en aliviar los atascos.