Ecuador registró la fuga de otro líder criminal de una cárcel en medio de varios actos de violencia, incluidos incendios de vehículos y explosiones, perpetrados después de que el gobierno decretó la víspera un estado de excepción y toque de queda tras el escape de un peligroso capo del narcotráfico.
La Secretaría de Atención de Personas Privadas de la Libertad confirmó el martes en un comunicado la evasión durante la madrugada de una cárcel de Riobamba, en el centro andino del país, de Fabricio Colón Pico, líder regional de la banda criminal Los Lobos y señalado por la fiscal general Diana Salazar de preparar un presunto atentado contra su vida.
Colón Pico había sido detenido apenas el viernes en el marco de una investigación por presunto secuestro, según indicó la policía.
El lunes, el presidente Daniel Noboa decretó un estado de excepción en todo el país, incluidas las cárceles, con un toque de queda en la noche, casi un día después de que su gobierno confirmara la desaparición del capo del crimen organizado Adolfo Macías, alias Fito, de una cárcel de la ciudad de Guayaquil.
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Fito es líder de uno de los principales grupos del crimen organizado, conocido como Los Choneros, con estrechos vínculos con el cartel Jalisco Nueva Generación de México, según las autoridades. Su paradero sigue siendo incierto.
A la medida de emergencia decretada por el gobierno le siguieron por la noche y madrugada una serie de actos de violencia en la capital y otras ciudades, además de motines carcelarios, entre ellos en el que se dio el escape de Colón Pico, y el secuestro de al menos cuatro policías en hechos apartes.
En redes sociales y medios digitales se reportaron la explosión en un puente y el incendio de un vehículo con bombonas de gas en una populosa barriada al sur de Quito, así como una moto incendiada en una población satélite de la capital del país andino. No se informó de personas heridas en esos actos.
La policía confirmó en su cuenta de X, antes Twitter, que apresó a varios ciudadanos sospechosos de una de las explosiones registradas en el sur capitalino. Dijo que a los sujetos se les encontró una arma de fuego y 16 tacos de explosivos.
El presidente de la Corte Nacional de Justicia, Iván Saquicela, en entrevista con la radio local Democracia aseguró el martes que hacia la medianoche se produjo una explosión cerca de su casa en Quito. “Podría ser una coincidencia o no pero debe investigarse porque sucede frente a mi domicilio”, afirmó. El juez pidió que se aumente su seguridad.
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También se registraron varios carros incendiados en las ciudades de Esmeraldas y Riobamba, la ciudad donde se dio la fuga de Colón Pico y un grupo indeterminado de otros reclusos, de los cuales 12 ya fueron recapturados, según la Secretaría de Atención de Personas Privadas de la Libertad.
Rodrigo Cáceres, gobernador de la provincia de Chimborazo, cuya capital es Riobamba —160 kilómetros al sur de Quito— declaró al medio digital Diario de Riobamba que Colón Pico debía ser reubicado el lunes en otra cárcel y que cuando se iba a ejecutar esa disposición se produjeron los incidentes que terminaron en la fuga.
Ante la violencia desatada el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, mediante un comunicado exigió “toda la protección del Estado, del gobierno y de sus fuerzas de seguridad para precautelar el derecho a la vida” y pidió la militarización de las áreas estratégicas de la capital.
Mientras tanto, el gobernador del Azuay, Milton Benítez, en rueda de prensa señaló que en la cárcel de Turi en Cuenca, —300 kilómetros al sur de Quito— los reclusos se han tomado esa prisión y mantienen retenidos a 49 agentes y 12 empleados de la cocina del penal.
La ministra del Interior, Mónica Palencia, dijo en un comunicado que el gobierno trabaja “por la recuperación de un estado de paz” y que “en este momento las cárceles son el centro de atención específico”.
Por su parte, la policía confirmó en la red social X el secuestro de tres policías y la explosión, al amanecer, de la patrulla en que se movilizaban los tres agentes en en Quevedo, 140 kilómetros al suroeste de la capital, así como el secuestro de otro miembro de ese cuerpo en la capital del país.
Al decretar el estado de excepción, el presidente Noboa advirtió que no va “a negociar con terroristas” y que no descansará “hasta devolverle la paz a todos los ecuatorianos”.
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