¡Ibiza! ¡Costero! ¡Malibú! Los vendedores de cigarrillos corren por las aceras y se mezclan con el tráfico, gritando los productos que ofrecen. Venden muchas marcas que nunca se han escuchado en El Comercio, que durante años ha sido el paraíso del tabaco barato. Pero por estos días, no todos llegan aquí para fumar. El negocio secundario en El Comercio es el cambio de dólares estadounidenses por bolívares, la moneda absurdamente hiperinflada del país.