Las vacunas contra el coronavirus modificadas para incluir la variante ómicron pueden mejorar la protección cuando se usan como refuerzo, dijeron la Agencia Europea de Medicamentos y otros reguladores de salud globales.
Luego de una reunión el jueves, la EMA indicó que los reguladores globales acordaron principios clave para actualizar las vacunas contra el COVID-19 a fin de que respondan a las variantes emergentes.
Si bien las vacunas existentes contra el coronavirus continúan brindando una buena protección contra la hospitalización y la muerte, dijo el grupo, la efectividad se ha visto afectada a medida que el virus ha evolucionado.
Como tal, un refuerzo bivalente o específico de ómicron, es decir, una vacuna que incluya tanto la nueva variante como la cepa original del coronavirus, podría “aumentar y extender” la protección, según un comunicado de la EMA.
La declaración se refiere en específico a las vacunas de ARNm. Tanto Pfizer Inc como Moderna Inc han estado probando versiones modificadas de sus vacunas para incluir la variante ómicron.
Las vacunas que incluyen otras variantes, como la Beta, también podrían considerarse para su uso como refuerzos si los datos de los ensayos clínicos demuestran un nivel adecuado de neutralización contra ómicron y otras variantes de interés, según el comunicado.
La decisión está en línea con la guía de la OMS de que los refuerzos específicos contra ómicron podrían restaurar la protección contra las cepas emergentes del coronavirus.
Sin embargo, no llega a la posición del regulador en los Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), que afirmó el jueves que buscaría la inclusión específica de las nuevas subvariantes BA.4 y BA.5 de ómicron -que actualmente impulsan la aparición de nuevas infecciones a nivel mundial- en cualquier vacuna nueva para uso nacional.