Dos dosis de la vacuna de Pfizer y BioNTech contra el COVID-19 protegieron contra la enfermedad grave por la variante ómicron a niños de entre 5 y 11 años, pero la capacidad de inmunización se perdió rápidamente en buena parte de este grupo etario, según un estudio realizado por investigadores del estado de Nueva York.
La eficacia de la vacuna contra la infección entre esos niños se redujo a 12% a fines de enero desde el 68% a mediados de diciembre en comparación con menores que no se vacunaron, según el estudio, que aún no ha sido revisado por pares.
Para los menores de 12 a 17 años, la protección de la vacuna contra la infección cayó a 51% a fines de enero desde el 66% a mediados de diciembre.
“Estos resultados resaltan la necesidad potencial de estudiar dosis alternativas de vacunas para niños y la importancia de la protección desde varios aspectos, incluido el uso de mascarillas, a fin de prevenir el contagio y la transmisión”, dijeron los investigadores.
La vacuna tuvo una eficacia de alrededor de 48% para evitar la hospitalización entre el grupo etario más joven, y de 73% entre los adolescentes, mostraron los datos. La cifra es inferior a la efectividad del 100% y el 85%, respectivamente, contra la hospitalización para los dos grupos etarios a mediados de diciembre.
El Dr. Paul Offit, experto en enfermedades infecciosas pediátricas del Children’s Hospital of Philadelphia, cuestionó si los datos eran lo suficientemente sólidos como para decir que la eficacia de la vacuna había disminuido significativamente, en especial respecto al desarrollo de síntomas graves.
“No sorprende que la protección contra las enfermedades leves disminuya”, afirmó. “Sabemos que la variante ómicron es algo evasiva a la protección contra enfermedad leve. El objetivo de la vacuna es impedir síntomas graves, a fin de mantener a los niños fuera del hospital”.
Agregó que la cantidad de hospitalizaciones era demasiado baja para sacar conclusiones claras y que había poca información sobre por qué los niños fueron internados. Señaló que la protección contra infecciones previas entre los no vacunados también podría sesgar los números. “La infección natural puede proteger contra enfermedades graves”, sostuvo.
Los niños más pequeños reciben una dosis más baja -de 10 microgramos- de la vacuna que los niños de 12 a 17 años, quienes reciben la misma dosis de 30 microgramos que los adultos y son elegibles para una tercera vacuna de refuerzo.
Pfizer dijo que está estudiando una serie de tres dosis de la vacuna en la población pediátrica y señaló que los estudios en adultos sugieren que “las personas vacunadas con tres dosis contra el COVID-19 pueden tener un mayor grado de protección”.