Josep Borrell recordó que la Unión Europea ha adoptado el mayor paquete de sanciones contra Rusia “que nunca hayamos hecho”. (Foto: AFP)
Josep Borrell recordó que la Unión Europea ha adoptado el mayor paquete de sanciones contra Rusia “que nunca hayamos hecho”. (Foto: AFP)

El Alto Representante de la para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, dijo el miércoles desde que la decisión de de cortar suministro del gas a y acelerará la decisión de Europa de reconvertirse a energías verdes.

Borrell inició durante la jornada una visita oficial al país sudamericano que se extenderá hasta el 1 de mayo. Durante ésta desarrollará una agenda que incluye reuniones con ministros de Estado y charlas en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe y en la Universidad de Chile.

Luego de reunirse con el presidente Gabriel Boric en la sede de gobierno, Borrell declaró que la decisión de Rusia de cortar el suministro a dos países europeos provocará que esa región busque opciones que “no creen dependencias y que no atenten contra el clima”.

Rusia anunció en la víspera el corte del suministro de gas a Polonia y Bulgaria y el miércoles advirtió que podría detener la exportación del combustible a otros países de la Unión Europea. La región depende en porcentajes variables del gas ruso, como Finlandia con más de un 90% y Alemania, con casi un 50%.

“Lo que Rusia hace hoy es convertir una dependencia en un acto de agresión”, dijo Borrell, que añadió que “los 27 países europeos responderán en forma firme y solidaria”.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó la decisión sobre el gas como “otro intento de Rusia de utilizar el gas como instrumento de chantaje. Esto es injustificable e inaceptable”.

Boric, por su parte, reiteró “el llamado que hacemos desde Chile...a que Rusia retire sus tropas” de Ucrania.

Por último, Borrell recordó que la Unión Europea ha adoptado el mayor paquete de sanciones contra Rusia “que nunca hayamos hecho”, las que calificó como “un instrumento de presión para llevar a la mesa de negociación, buscar un alto al fuego (y) evitar que la guerra continúe”.