“Los turistas desertaron de París” en las últimas semanas y, para desesperación de los hosteleros, una parte de los parisinos también han desaparecido de las calles de la ciudad en vísperas del inicio de los Juegos Olímpicos, bien porque se han ido de vacaciones, bien porque teletrabajan.
Este es el panorama que describe Frank Delvau, presidente de la Unión de Oficios e Industrias Hosteleras (UMIH) en París, que considera la situación “catastrófica” en la llamada “zona gris”, en torno al río Sena, que está acordonada y vallada desde el pasado día 17 con vistas a la ceremonia de inauguración de los Juegos que se celebrará allí el viernes.
“Los restaurantes sufren en todo París”, pero en esa “zona gris” a la que solo pueden acceder los residentes, las personas acreditadas para los Juegos o quienes tienen una autorización específica (como los que tienen una reserva) la caída de la actividad es de alrededor del 70%, explica a EFE Delvau.
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La tasa de ocupación de los hoteles allí no supera el 30-40% y aunque es algo superior en el resto de la ciudad, está netamente por debajo de la que había otros años en las mismas fechas.
Ni congresos ni grandes eventos
El presidente de la patronal hotelera lo atribuye a que, ante los juegos, que se desarrollan del 26 de julio al 11 de agosto, en las últimas semanas no se ha organizado ningún congreso ni evento de gran magnitud en la ciudad.
Además, están bloqueadas plazas tan visitadas como la de la Concordia o la del Trocadero, y lo mismo ocurre con la explanada de los inválidos o con buena parte de los alrededores de la torre Eiffel.
El fuerte despliegue de policías y militares, armados en muchos casos con metralletas o fusiles de asalto, también intimida a algunos.
El resultado es un escenario inusual en París, con las calles del centro sin apenas tráfico, más allá de las cada vez más presentes bicicletas, y con no muchos paseantes.
Delvau rechaza la idea de que la escalada de precios de los hoteles haya ahuyentado a los turistas con el argumento de que en otras ciudades con JJ. OO. esos precios se habían triplicado cuando en París afirma que ni siquiera se han duplicado.
Pierre Olivier, dirigente de una cafetería de la cadena Certified en el pasaje de los Panoramas, en una zona muy turística entre la plaza de la Bolsa y los Grandes Bulevares, explica que la semana pasada sufrieron una caída de ingresos del 30% respecto al mes de junio, y que esta semana es “peor”, con un descenso del 50%.
En esa misma área, Pierre, un camarero del restaurante Club Cochon, señala que aunque no estén dentro de la “zona gris”, las restricciones que hay allí, justo en el centro, tienen repercusiones en todas partes.
“Si el círculo está cortado en dos, al final todo está bloqueado”, señala Pierre gráficamente.
Romain, gerente del Club Cochon, confirma que “la actividad ha bajado mucho a causa de los JJ. OO., de las calles bloqueadas, de los turistas que todavía no han llegado y de los parisinos, que se han ido todos a causa de los Juegos”.
Los parisinos también han desaparecido
Sobre estos últimos, su teoría es que “o se han refugiado en sus residencias secundarias, o se han ido a la Costa Azul o a la Costa Atlántica para huir de la efervescencia que se supone que llega”.
La UMIH reconoce que los JJ. OO. no tienen la entera responsabilidad de la mala temporada que vive el sector de la hostelería, porque esa situación ya había comenzado en mayo y junio por el tiempo muy lluvioso que hubo al final de la primavera.
Además, cree que el contexto político por las elecciones europeas y legislativas, que se celebraron en junio y a comienzos de julio en Francia, ha podido tener un efecto disuasorio para algunos visitantes.
De cara a las próximas semanas con los juegos en marcha, los hoteles de la ciudad esperan subir su tasa de ocupación al 85-90%, alrededor de un 20% más que el pasado año para las mismas fechas.
El Observatorio Económico del Turismo Parisino calcula que durante las tres semanas de JJ. OO. llegarán a la ciudad un 10.2% de visitantes extranjeros más que el pasado año, con un pico de entradas este jueves, cuando se esperan 29,000 pasajeros en los aeropuertos.
Este organismo público estima que el precio medio por pernoctación en un hotel durante los Juegos será de 258 euros, frente a los 202 de julio de 2023 y 161 de agosto del mismo año.
Para la patronal del sector, este verano ya no se podrá recuperar la actividad perdida, pero esperan que el empuje de notoriedad que van a dar los Juegos a la ciudad tenga efectos a medio y largo plazo.