Las empresas turísticas que recién encontraban su punto de apoyo tras casi dos años de devastación provocada por la pandemia del COVID-19, nuevamente se ven impactadas a medida que los países anuncian nuevas restricciones a los viajes para contener la variante ómicron del coronavirus.
Desde distritos de compras en Japón y guías turísticas en Tierra Santa, hasta centros para esquiar en los Alpes y aerolíneas de todo el mundo, un temor ya conocido emerge ante las renovadas restricciones.
Mientras tanto, las personas ansiosas por salir han sido devueltas a la vieja rutina de leer sobre los nuevos requisitos y posponer viajes.
Abby Moore, una bibliotecaria y profesora asociada en la Universidad de Carolina del Norte, Charlotte, tenía programado salir a Praga el miércoles. Pero el día antes de su viaje, comenzó a dudar cuando se enteró que Praga cerró sus mercados navideños e impuso un toque de queda en toda la ciudad.
“No estaba realmente preocupada por mi viaje hasta que República Checa comenzó con lo que parece un proceso de mini confinamiento”, dijo Moore, quien decidió cambiar su viaje a marzo.
Menos de un mes después de aliviar significativamente las restricciones para viajes provenientes del extranjero, el gobierno de Estados Unidos ha prohibido la entrada a la mayoría de los ciudadanos extranjeros que recientemente han estado en ocho países africanos. Una medida similar fue impuesta en Japón e Israel, dos países que reforzaron las restricciones poco después de haberlas aliviado.
Aunque no está claro en dónde surgió la variante, científicos sudafricanos la identificaron la semana pasada y muchos lugares han restringido viajes de la región más extensa, entre ellos la Unión Europea y Canadá.
Pese a toda la alarma, poco se sabe sobre la variante ómicron, incluso si es más contagiosa, provoca enfermedad más severa o puede evadir las vacunas.
Aun así, los gobiernos que reaccionaron lento a la primera ola del COVID-19 están ansiosos por evitar errores pasados. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud indica que la prohibición de viajes tiene un valor limitado y “tendrá gran impacto en las vidas y sustentos de vida”.
Otros expertos señalan que las restricciones de viajes no mantienen fuera a las variantes, pero podrían proporcionar a los países más tiempo para que las personas se vacunen.