Varios grandes supermercados españoles “corren el riesgo de estar vinculados” con la deforestación importada en la Amazonía y el Cerrado de Brasil por cultivos de soja, un cereal que España importa para la fabricación de piensos, según un estudio de la organización internacional Mighty Earth.
Según los datos de la organización ambientalista, el año pasado “España importó cuatro millones de toneladas de soja” procedentes de estas zonas, lo que constituye un “riesgo” de vincularlos con la deforestación o la conversión de ecosistemas altamente amenazados, ya que el sector “no presta suficiente atención” a este problema.
Mighty Earth reconoce que las tasas de deforestación en el Amazonas están disminuyendo, pero denuncia que en el Cerrado las tasas casi se duplicaron en 2022.
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La soja insiste, es uno de los cultivos que provocan la destrucción de esa sabana, “hogar del 5% de las especies de biodiversidad del mundo” además de “comunidades indígenas y tradicionales desplazadas”.
Ganadería intensiva y productos cárnicos
Mighty Earth exige al Gobierno la aplicación del reglamento europeo porque “no se está abordando adecuadamente” el problema derivado del consumo de soja, rica en proteínas, para el engorde “lo más rápido posible” de la ganadería en España y la consiguiente producción de una amplia gama de productos como carnes de cerdo y pavo, jamón cocido o embutidos, entre otros productos, que se venden en los supermercados españoles.
La autora principal del informe y portavoz de esta organización ecologista en España, Isabel Fernández, cree que estos establecimientos “deben ser parte de la solución para salvar los preciosos biomas de Brasil de una mayor destrucción”.
Mighty Earth afirma que se han “desmantelado los probables vínculos de los distribuidores minoristas más grandes de España con la deforestación provocada por el cultivo de soja en el Amazonas y el Cerrado y ahora pedimos medidas urgentes”, porque el análisis de los informes no financieros y las políticas de compra de las cadenas de alimentación revela que el riesgo podría vincular también a varias empresas cárnicas.
El documento pide actuar ante “la falta de voluntad y de un compromiso firme y transparente por parte de los grandes comerciantes de soja”, mediante la aplicación del Reglamento europeo de Lucha contra la Deforestación (EUDR), garantizando su aplicación a partir del 30 de diciembre de 2024 y ampliando su alcance con la inclusión de otras tierras boscosas y otros biomas amenazados por la soja.
Además, insta a los supermercados a comprometerse públicamente con una política y un plan de acción aplicable a todos los ecosistemas naturales, así como establecer una plataforma pública para informar sobre los proveedores directos e indirectos, con objeto de excluir de la cadena de suministros a todos los actores que contribuyan a la deforestación y conversión de ecosistemas.