Los especialistas consideraron que el uso de medicamentos por parte de los niños o adolescentes debe ser parte del plan inicial del tratamiento. (Referencial)
Los especialistas consideraron que el uso de medicamentos por parte de los niños o adolescentes debe ser parte del plan inicial del tratamiento. (Referencial)

Solo una de cada diez personas que viven con son diagnosticados correctamente, lo que incide en que no tengan una buena calidad de vida y estén en riesgo de morir tempranamente.

“Hay un 90% de los pacientes que no son diagnosticados correctamente”, declaró Lino Palacios, miembro fundador de la Liga Latinoamericana para el estudio del TDAH.

Con motivo del Día Internacional de esta enfermedad, que se conmemora cada 13 de julio, el especialista dijo que el TDAH afecta a aproximadamente el 5% de la población de 6 a 16 años a nivel mundial.

Por ello, se estima que tan solo en México, alrededor de 1.6 millones de niños y niñas viven con TDAH, pero la mayoría no está diagnosticada.

El gran problema, recalcó, es que todavía sigue siendo difícil su diagnóstico, principalmente porque ni padres de familia ni especialistas sospechan de la enfermedad.

Esto lleva a que personas que no son diagnosticadas ni tratadas correcta y oportunamente puedan morir antes de los 50 años, ya que están en mayor riesgo de sufrir accidentes debido a su impulsividad y falta de autocontrol.

Además, manifestó, este tipo de condiciones afecta de manera importante su calidad de vida y sus relaciones sociales.

Afectaciones en la adultez

Marco Aurelio Santiago, especialista en psiquiatría infantil, señaló que el TDAH es una condición del neurodesarrollo que afecta al ser humano a lo largo de su vida desde la niñez e incluso hasta ser adulto mayor.

“Se trata de una condición en salud mental cuya expresión de los síntomas es dependiente del contexto, que no es curable, pero sí corregible a través de terapia psicológica y farmacológica”, apuntó.

Palacios explicó que, si bien los principales síntomas son la dificultad para mantener la atención, la impulsividad o la hiperactividad, cuando comparamos a seres humanos con esta condición con quien no tiene TDAH, existen otros síntomas como la dificultad para regular sus emociones o para organizar sus actividades diarias.

“Los adultos con TDAH tienen cuatro veces mayor riesgo de padecer obesidad, dos veces mayor riesgo de padecer diabetes mellitus o hipertensión arterial y cinco veces más riesgo de padecer alguna adicción”, enunció.

Los especialistas consideraron que el uso de medicamentos por parte de los niños o adolescentes debe ser parte del plan inicial del tratamiento, en combinación con intervenciones psicológicas y psicopedagógicas.

“Entre más temprano empiece el tratamiento si se detecta y trata a tiempo pronóstico es mejor y llegará un momento en el cual se pueda dejar de tomar el tratamiento”, señaló Santiago.

El experto destacó que el uso de medicamentos en pacientes con TDAH es seguro, no causa adicción y mejora no solo la calidad de vida de los pacientes sino también de sus familias.

No obstante, dijo que es indispensable que el tratamiento sea personalizado dependiendo de las características específicas de los pacientes, como por ejemplo, su edad, la intensidad y frecuencia de sus síntomas, entre otras cuestiones.