La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, exhortó este jueves al presidente ruso Vladimir Putin a que ponga fin “al ataque armado contra Ucrania”, y pidió la desmilitarización de la central nuclear de Zaporiyia, bombardeada varias veces.
Bachelet se refirió brevemente al conflicto de Ucrania en su rueda de prensa de fin de mandato.
“Llamo al presidente ruso a poner fin al ataque armado contra Ucrania”, declaró. “La central de Zaporiyia debe ser desmilitarizada de inmediato”.
Bachelet detalló que sus servicios han contabilizado al menos 5,587 civiles muertos y 7,890 heridos desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania hace seis meses. Entre todas esas víctimas cerca de 1,000 eran niños.
“Ayer hizo seis meses que Rusia invadió Ucrania. Seis meses increíblemente terroríficos para el pueblo ucraniano, en los que 6,8 millones de personas tuvieron que huir de su país. Millones más se han visto desplazados dentro del país”, declaró la ex presidenta chilena.
“Seis meses después continúan los combates, con riesgos inconcebibles para los civiles y el medio ambiente, a causa de las hostilidades cerca de la central nuclear de Zaporiyia”, de las que Rusia y Ucrania se han acusado mutuamente, lamentó Bachelet.
La Alta Comisionada, que dejará el cargo a final de mes, pidió a ambas partes respetar “en todo momento y circunstancia el derecho internacional”.
Y enfatizó que “la comunidad internacional debe insistir en el principio de responsabilidad” a propósito de los numerosos crímenes graves documentados, algunos de los cuales podrían entrar en la categoría de crímenes de guerra.
Hablará con Maduro
Bachelet dijo también que llamará al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, antes de concluir su mandato dentro de una semana, para hablar sobre los temas pendientes en materia de derechos humanos.
Sostuvo que desea conversar con el dirigente sobre “promesas que no deben ser olvidadas”, tras la apertura de una línea de cooperación entre el Gobierno venezolano y el organismo de Bachelet a partir de 2019 y que ha permitido el establecimiento de una oficina de derechos humanos de la ONU en el país.
En una rueda de prensa en la que realizó un balance de su mandato de cuatro años, que concluye el próximo día 31, la alta comisionada pidió que se reasuma el diálogo entre el gobierno y la oposición, y destacó la importancia de una transición política en Venezuela.
Bachelet defendió esa cooperación frente a las críticas que señalan que el gobierno de Maduro la ha utilizado para limpiar su imagen.
Explicó que se creó un clima de colaboración no solo con las autoridades, sino con las organizaciones de la sociedad civil, frente a la situación previa “en la que no había nada, mientras que hoy tenemos 16 empleados allí”.
Los representantes de la oficina de Bachelet en Caracas trabajan con víctimas de violaciones de derechos humanos y han podido visitar cárceles donde se encuentran prisioneros políticos, aunque las visitas se suspendieron. La razón aducida fue la pandemia de COVID-19.
“Espero que esto cambie en el futuro cercano y que pronto tengamos también acceso a los audiencias judiciales”, agregó.
Votará por la nueva Constitución
Michelle Bachelet anunció también que votará “apruebo” en el plebiscito sobre la nueva constitución que se celebrará el próximo 4 de septiembre en su país.
Bachelet dijo estar convencida de que esa Constitución, de ser aprobada en el referéndum, será un instrumento de avance para Chile.
“He dicho en Perú y lo diré de nuevo. Voy a votar el 4 de septiembre y lo haré aquí, en Ginebra, y voy a votar a favor de la aprobación de la nueva Constitución. Lo he debido decir a partir del 1 de septiembre, cuando ya no seré más alta comisionada, lo sé, pero ya lo dije y lo he dicho también en mi país”, afirmó.
“Además, todos saben que votaré así, así que les contesto honestamente”, insistió Bachelet a los periodistas.
Los ciudadanos chilenos están convocados el próximo 4 de septiembre a las urnas en un plebiscito obligatorio en el que tendrán que decidir si aprueban o rechazan el texto constitucional que ha escrito durante un año una convención paritaria elegida democráticamente y que sustituiría la Carta Magna vigente, escrita en tiempo de la dictadura de Augusto Pinochet.