En esta foto de archivo tomada el 1 de mayo de 2022, un militar ruso patrulla el territorio de la central nuclear de Zaporizhzhia en Energodar. (Foto: ANDREY BORODULIN / AFP)
En esta foto de archivo tomada el 1 de mayo de 2022, un militar ruso patrulla el territorio de la central nuclear de Zaporizhzhia en Energodar. (Foto: ANDREY BORODULIN / AFP)

Rusia dijo el jueves que podría cerrar la mayor central nuclear de Europa después de que fue bombardeada en el frente en Ucrania, una medida que, según Kiev, aumentaría el riesgo de una catástrofe nuclear en ese país.

Moscú también rechazó los llamamientos internacionales para crear una zona desmilitarizada en torno a la central nuclear de Zaporizhzhia, de la que se apoderó a principios de la guerra y que sigue siendo operada por ingenieros ucranianos bajo ocupación rusa.

El presidente ucraniano, , que discutió la situación de la central con el secretario general de la ONU, , que estaba de visita en Leópolis, pidió a Naciones Unidas que garantizase su desmilitarización y protección.

Este terror deliberado por parte del agresor puede tener consecuencias catastróficas para todo el mundo”, escribió Zelensky en la aplicación de mensajería Telegram, acusando a Rusia de “chantaje nuclear” en la central.

La central se encuentra en la orilla sur de un enorme embalse controlado por Rusia; las fuerzas ucranianas mantienen la orilla norte. En los últimos días se han producido varios ataques contra la central, que ambas partes se achacan mutuamente.

también acusa a Rusia de utilizar la planta como escudo para que sus fuerzas lancen ataques a través del embalse sobre ciudades controladas por Ucrania, algo que Moscú niega.

Los países extranjeros y la Organización de las Naciones Unidas han pedido a Moscú que permita la entrada de inspectores internacionales. Reuters no pudo confirmar de forma independiente la situación militar en el lugar ni la responsabilidad del ataque a la planta.

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso dijo el jueves que las peticiones de una zona desmilitarizada alrededor de la planta eran “inaceptables”. El Ministerio de Defensa dijo que Moscú podría cerrar la planta si era objeto de nuevos ataques.

Las autoridades ucranianas han acusado a Rusia de planear el cierre de la central para desconectarla de la red eléctrica ucraniana y pasarla a la rusa, robando así su producción.

La empresa estatal ucraniana de energía nuclear, Energoatom, dijo que el cierre de la planta aumentaría el riesgo de “un desastre de radiación en la mayor central nuclear de Europa”.

La desconexión de los generadores del complejo del sistema eléctrico ucraniano impediría que se utilicen para mantener frío el combustible nuclear, en caso de que se produzca un corte de energía en la central, dijo.

El Ministerio de Defensa ruso acusó a Kiev de planear algún tipo de incidente en la central nuclear como “provocación” para que tuviera lugar durante la visita de Guterres. Un funcionario ucraniano rechazó lo que describió como una afirmación cínica de Moscú.

La última vez que Guterres visitó Ucrania, en abril, Rusia disparó misiles contra un edificio residencial en Kiev, hiriendo al menos a 10 personas justo cuando Guterres terminaba sus conversaciones con Zelensky en las cercanías.

En aquel momento, Guterres calificó el incidente de “impactante” y Ucrania acusó a Moscú de querer humillar a Naciones Unidas. Rusia negó haber atacado a civiles o haber programado su ataque intencionadamente para que coincidiera con la visita.

Urgencia

El cierre de una central nuclear es una operación complicada que requiere detener las reacciones nucleares en cadena y proteger el combustible para que no se caliente y provoque una fusión.

“Si Rusia toma medidas para forzar la salida (de la planta) del sistema eléctrico ucraniano, eso podría amenazar la seguridad operativa de la estación, además de escalar la crisis energética en Ucrania en el invierno (boreal)”, dijo a Reuters Mark Hibbs, investigador principal del Programa de Política Nuclear de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, en un correo electrónico.

En una reunión informativa, Igor Kirillov, jefe de las fuerzas de defensa radiactiva, química y biológica de Rusia, dijo que los sistemas de apoyo de la planta habían sido dañados como resultado de los bombardeos. Presentó una diapositiva que mostraba que, en caso de accidente, el material radiactivo cubriría Alemania, Polonia y Eslovaquia.

El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, dijo que había hablado con el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, que estaba dispuesto a liderar una delegación a la central.

“Hice hincapié en la urgencia de la misión para abordar las amenazas a la seguridad nuclear causadas por las hostilidades de Rusia”, dijo en Twitter.

También se espera al presidente de Turquía, Tayyip Erdogan, en las conversaciones con Guterres y Zelensky en Leópolis, para discutir los avances en la reanudación de las exportaciones de grano ucraniano en virtud de un acuerdo negociado por las Naciones Unidas y Ankara para levantar el bloqueo ruso. Tanto Rusia como Ucrania son importantes productores de alimentos y el bloqueo ha amenazado con exacerbar el hambre en el mundo.

También se espera que Guterres hable del papel de la ONU en las negociaciones sobre los prisioneros de guerra. Los familiares de las tropas ucranianas que se rindieron en la fábrica de acero de Azovstal, en Mariúpol, en virtud de un acuerdo respaldado por la ONU, organizaron una manifestación durante la visita de Guterres en la que pidieron más esfuerzos para protegerlos.

Decenas de los prisioneros de Azovstal murieron bajo custodia de los separatistas apoyados por Rusia el mes pasado en una explosión en una prisión. Kiev lo calificó de masacre y crimen de guerra; Moscú acusó a Ucrania de haber atacado la prisión con cohetes, aunque no dio explicaciones de por qué ningún guardia resultó herido. El mismo día, la embajada rusa en Reino Unido publicó un tuit en el que decía que los prisioneros de Azovstal “merecen una muerte humillante”.

Después de meses en los que las fuerzas rusas lograron modestos avances territoriales en los intensos combates en el este, las líneas del frente en Ucrania se han mantenido comparativamente estáticas en las últimas semanas.

Kiev dice que se está preparando para un contraataque con el fin de recuperar una franja de territorio del sur, incluida la provincia de Jersón y la vecina Zaporizhzhia, donde se encuentra la planta.

La guerra ha matado a miles de personas y ha obligado a millones a huir. Moscú afirma que su objetivo es desmilitarizar Ucrania y proteger a los rusoparlantes en un territorio que, según el Presidente Vladimir Putin, pertenece históricamente a Rusia.

Kiev y Occidente la califican de guerra no provocada para conquistar Ucrania y borrar su identidad nacional milenaria.