El Ministerio de Defensa de Rusia cifró hoy en 2,741 el número de mercenarios en Ucrania, a los que advirtió que, de ser capturados, les espera la pena máxima de prisión.
El portavoz castrense, teniente general Ígor Konashénkov, afirmó en su parte bélico diario que Rusia monitorea y registra por nombre a todos los mercenarios que llegaron a Ucrania para participar en las hostilidades.
Según dijo, durante las últimas tres semanas, “como resultado de las acciones ofensivas de las Fuerzas Armadas Rusas y unidades de la milicia popular de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, el número de mercenarios en Ucrania ha disminuido de 3.221 a 2.741″.
Aseguró que, en ese periodo y a pesar de la llegada de otros 151 mercenarios, 391 militantes fueron aniquilados y otros 240 abandonaron territorio ucraniano.
El portavoz afirmó que las fuerzas rusas han matado a 166 mercenarios polacos, 50 de Georgia, 23 del Reino Unido, 21 rumanos y 15 canadienses en tres semanas.
Konashénkov también dijo que las Fuerzas Armadas rusas están identificando mercenarios “en la etapa de su preparación para ingresar a Ucrania”.
Según Moscú, el 6 de julio dos ciudadanos británicos, Colin Scott y Adrian Davis, así como tres ciudadanos estadounidenses, Michael Vuykovich, Andrew Fox y Oliver Short, habrían llegado al punto de recogida y alojamiento de mercenarios ubicado en la ciudad polaca de Zamość, cerca de la ciudad ucraniana de Leópolis.
El portavoz nombra la calle y el edificio donde se encontraría ese punto de reunión de nuevos mercenarios, y les recomienda que “entren en razón y regresen a casa con vida”.
Rusia afirma que, según el Derecho Internacional Humanitario, los mercenarios no son combatientes y “lo mejor que les espera si son capturados vivos es un juicio y penas máximas de prisión”, indicó.
El Tribunal Supremo de la autoproclamada república popular de Donetsk condenó en junio a dos ciudadanos británicos, Shaun Pinner y Aiden Aslin, y a un marroquí, Graguim Saadun, a pena de muerte por considerarles mercenarios.
El Tribunal de Derechos Humanos (TEDH) ha dictado medidas cautelares para los tres prisioneros capturados durante la campaña militar rusa en Ucrania, pero Rusia ya ha dicho que no las cumplirá.
Sin embargo, tanto Ucrania como el TEDH han afirmado que los tres pertenecen a las Fuerzas Armadas ucranianas.
Saadun se sumó al Ejército ucraniano en 2021, mientras que Pinner y Aslin lo hicieron en 2018.
Los tres fueron destinados a la 36ª Brigada de Infantería de Marina en Mariúpol, en la región de Donetsk.