El laboratorio alemán BioNTech anunció que estaba estudiando urgentemente la eficacia de la vacuna contra el COVID-19 que desarrolló con Pfizer para saber si protege contra la nueva variante B.1.1.529 detectada en Sudáfrica.
“Esperamos más datos de las pruebas de laboratorio en dos semanas como máximo”, dijo un portavoz.
“Estos datos proporcionarán más información sobre si B.1.1.529 podría ser una variante que podría requerir un ajuste de nuestra vacuna si la variante se extiende globalmente”, añadió.
La detección de esta nueva variante por científicos sudafricanos ha desatado la alarma mundial, ante la preocupación de que sus numerosas mutaciones puedan hacerla aún más peligrosa que la variante Delta, altamente contagiosa.
Tras el anuncio, varios países -entre ellos Reino Unido, Italia y Alemania- decidieron cerrar sus puertas a los viajeros procedentes de varios Estados del sur de África.
Según BioNTech, la variante B.1.1.529 “difiere claramente de las variantes ya conocidas porque tiene mutaciones adicionales en la proteína spike”.
“Pfizer y BioNTech se prepararon hace varios meses para ajustar su vacuna en menos de seis semanas y entregar las primeras dosis en 100 días” si una variante resultaba resistente, subrayó el portavoz del laboratorio.